Con los pies fuera del pentagrama

La lista de éxitos musicales camufla de cuando en cuando entre sus líneas a algunos infiltrados. Son gente que ha llegado a la música por muy distintos caminos, son gente que no ha abandonado otras formas de expresión, como el teatro, el cine, el performance, el vídeo, la literatura.En los primeros años ochenta, el downtown de Los Ángeles, un barrio de casas de los años veinte y treinta, con un aire a los bajos fondos neoyorquinos se dio con que uno de los borrachines habituales del Atomic Café saltaba a las primeras planas de los periódicos, no en la página de sucesos, sino en la de espectáculos. Tom Waits llevaba grabados ya varios discos, pero su fichaje con Island Records y su elepé Swordfishtrombones lo catapultaron a la notoriedad. Las canciones de Waits hablan todas de alcohol, mujeres, soledad y fracaso. Es el looser bohemio y el trovador de autopista. Entre las letras de sus canciones se pueden encontrar también algunos poemas que lo sitúan como uno de los más interesantes poetas norteamericanos contemporáneos. Ha traba ado en películas como Corazonada, Rebeldes, Cotton Club y La ley de la calle, de Coppola, y Bajo el peso de la ley. En estos momentos, Waits hace una gira europea con su obra de teatro Franki wild years, un operachi romántico en dos actos basado en una de sus canciones.

En la época de Waits recorrieron también este acogedor y sórdido barrio califomiano otros artistas, como los britlá,nicos Brian Eno y David Byrne. El cóctel de Eno se compone de otros líquidos espirituosos. Para él la música es un ejercicio de estilo. En ningún momento parece haberse conformado con una disciplina, y ha metido sienipre en la misma copa la nomúsica, el performance, la pintura y toda expresión innovadora que su creatividad le permitiera. Ahora se presenta en el palacio Solleric, de Palína de Mallorca, un espectáculo de escultura, luz y sonido, hasta el 20 de diciembre.

Laurie Anderson es otra artista de actividad inclasificable. Su música va siempre acompañada de un montaje multimedia en el que la libertad de expresión es la única constante. Anderson indaga conagudeza e ironía en la sociedad norte americana. Antes, probó con la pintura, la escultura, la fotografía y el cine. No las ha dejado, ni ellas a Anderson. Se exhibe ahora en Biarcelona su película Home of the brave.

La colaboración de David Byrne, el líder de los Talking Heads, con otros artistas de vanguardia en diversas disciplinas es frecuente. Ha compuesto la música de la ópera de Robert Wilson The civil wars y trabajó con Twyla Tharp en la coreografía de The Catherin Wheel. Este año se estrenó su película True Stories, en la que Byme es guionista, director y actor. El proyecto que lo ocupa ahora es el montar la versión teatral del Gilgamesh, una historia épica clásica, también con Wilson.

En una oportunidad le preguntamos a David Byrne, qué tenían en común los trabajos que hacen Laurie Anderson, Peter Gabriel, Brian Eno e incluso Tom Waitso Prince con el. suyo. "Pienso que en cierta forma estamos relacionados", dijo. "He hablado con todos ellos, alguna vez hemos estado juntos. Pienso que todos estamos abiertos a influencias externas al cerrado mundo del rock and roll".