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Abba Eban: "Israel vive una tranquilidad volcánica con perspectivas de explosión"

Ángeles Espinosa

El proceso de paz en Oriente Próximo aparece empantanado en medio de las posturas enfrentadas que se defienden en el seno de los dos principales implicados, árabes e israelíes. Mientras, Israel vive sentado en el polvorín de la frustración palestina. "Nuestros adversarios dicen que hay tranquilidad; para mí se trata de una tranquilidad volcánica, con perspectivas de explosión", asegura Abba Eban, ex ministro laborista de Asuntos Exteriores y actual presidente de la Kneset (Parlamento israelí). Eban, de visita privada en España, se entrevistó ayer con el presidente del Congreso de los Diputados, Félix Pons.

"No es posible evitar la guerra si no estamos dispuestos a llegar a compromisos con nuestros vecinos palestinos y jordanos", declara este defensor de la celebración de una conferencia internacional de paz para resolver un conflicto de cuatro décadas. En un castellano bastante correcto, aprendido en su época de representante ante la ONU, Eban se esfuerza en aclarar que "no existe una política israelí, existen dos políticas por lo menos". "Porque tenemos", afirma, "una estructura muy original, única en el mundo: un Gobierno basado en el equilibrio de dos doctrinas antagónicas"."Por un lado", explica, "la doctrina que proclama la indivisibilidad de la tierra de Israel, según la cual la totalidad de los territorios ocupados y sus poblaciones árabes deben permanecer bajo dominio israelí. Hay otra doctrina -más fácil de exponer para mí porque la comparto- que considera necesario evitar una jurisdicción permanente sobre una nación que tiene su particularidad reconocida por todos los Gobiernos del mundo, incluido el de Israel". Eban, de 72 años, recuerda entonces la promesa de Menájem Beguin a Anuar el Sadat de desarrollar una autonomía palestina.

"Los laboristas creemos que la anexión de todos los territorios con sus poblaciones deformaría la naturaleza de nuestro Estado y acabaría con su vocación democrática y su mayoría judía", agrega.

La paz con Egipto

"Estamos satisfechos de los resultados del tratado de paz con Egipto", señala el político israelí, "aunque existe decepción en lo que concierne a la ausencia de calor y cariño, ya que Israel no ha podido evitar enfrentamientos, incluso armados, con otros países árabes, lo que ha influido negativamente sobre las posiciones de El Cairo".El presidente de la Kneset valora positivamente los resultados de la reciente cumbre árabe de Amman. "Lo que ocurre en el mundo árabe demuestra", según él, "que hay algunas tendencias moderadas, y la cumbre ha sido un acontecimiento alentador porque, reconociendo y aceptando el tratado de paz que firmamos con Egipto, los demás Estados árabes han admitido la legitimidad de la paz con Israel". "Lástima", añade, "que en esta situación ese equilibrio de fuerzas antagónicas en Israel no permita empezar hoy un proceso de paz, pese a los esfuerzos de mi colega Simón Peres". El actual primer ministro israelí, Isaac Shamir, se opone a la celebración de una conferencia internacional al respecto.

El ex ministro israelí reconoce la existencia de problemas para hacer realidad dicha conferencia, pero se muestra optimista respecto a la posibílidad de resolverlos. La cumbre de Aminan ha admitido, en su opinión, la participación de Israel. Además "la idea ha recibido el apoyo de todos los amigos de Israel". 'Voy a verme con el presidente del Gobierno español y estoy seguro de que apoyará las iniciativas de Peres", agrega.

Eban, que hoy se entrevistará con el presidente Felipe González y que también será recibido por el rey Juan Carlos, no tiene la impresión de que España busque un papel activo en las negociaciones de paz de Oriente Próximo. Admite, sin embargo, que "dentro de la Comunidad Europea es posible que pueda desempeñar un papel apoyando las iniciativas de Peres y ejerciendo presión para que Washington intensifique su mediación".

De sus palabras se desprende su satisfacción por el establecimiento de relaciones diplomáticas, pero es realista sobre sus resultados: "Tenemos mucho que hacer".

El político israelí no descarta su participación en un eventual nuevo Gobierno laborista, y reconoce, sin ninguna pretenciosidad, que todas las quinielas le dan como el más probable candidato a la cartera de Exteriores. No obstante, se muestra prudente, "a la espera del veredicto de las urnas", previsto para octubre de 1987. "Nos encontramos", asegura, "en vísperas de un año muy decisivo en la historia de nuestro Estado. No es posible postergar la determinación de ciertas decisiones". Su larga experiencia política le permite afirmar que "la paz no sólo es posible, sino necesaria e inevitable".

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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