El mercado es lo que importa
La mercadotecnia sigue siendo la piedra angular de la difusión de la obra de autor. Sin ella poco hay que hacer de inmediato, máxime si se lleva bajo el brazo la celeridad de las fracciones de milésima de segundo que conlleva el medio. El panorama editorial especializado es lamentable. La crítica en publicaciones especializadas brilla por su ausencia. Revistas cualificadas como Photovisión tienen tan escasa tirada y peor difusión que las hacen semiclandestinas o eufemísticamente boletines casi domésticos.Otras, teóricamente de mayor espectro, como Zoom España, se han convertido rápidamente en producto amorfo realizado desde ópticas diferentes a la hispana.
Excelentes productos editoriales, tales como los de una conocida cadena madrileña de establecimientos dedicados a la venta de productos fotográficos, centrados en la divulgación de monografías, se remiten con cuentagotas por correo o tienen un ámbito de difusión mínimo, limitado por una lista de clientes.
Analfabetismo
Arte Fotográfico sigue como siempre, y es lo mejor que puede hacer, pues más vale una documentación técnica precisa que la venta de una falsa vanguardia, además mal impresa. Sin esa fórmula de la mercadotecnia, que en su día analizara acertadamente Fontcuberta, difícilmente se podrían explicar fenómenos de base sociofotográfica, en un contexto de decreciente analfabetismo en el tema.Cada vez son menos los que, aun titulados por una universidad, afirman en este país: "Yo de fotografía no entiendo nada"; pero esta fenomenología de la automercadotecnia explica casos como el de Ouka Lele, en los que, independientemente de las virtudes de su obra, llegan a constituirse en símbolos de una época concreta o de un período cronológico del medio.
O por el contrario, por no haber hecho un uso adecuado de la mercadotecnia, el que fotógrafos ya casi históricos, como Jorge Rueda, aparquen, o difícilmente compaginen, por necesidad su labor creativa por el cultivo de naranjas en la serranía de Málaga.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.