_
_
_
_
Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Más que una promesa

No comienza bien esta película: tarda demasiado en poner orden en su trama y en elaborar un discurso coherente, que permita la orientación del espectador en la complicada acción política y policiaca que le ofrece. Pero Terroristas, aunque con dificultad, remonta el vuelo, va ganando poco a poco en claridad e interés y, a medida que avanza, gana una fuerza y una inmediatez de la que carecía en sus primeras secuencias.La desorientación inicial proviene de la duplicidad, próxima a la confusión, que Gonzalo impone al planteamiento del asunto -un asunto nada fácil-, en el que combina secuencias de tipo objetivo con otras subjetivas, de sentido contrario, que no benefician a la claridad y al gancho de los sucesos narrados.

Terroristas

Dirección, producción y guión (basado en la novela El mensajero, de Jorge Martínez Reverte): Antonio Gonzalo. Fotografía: Julio Madurga. Música: Teddy Bautista. España, 1987. Intérpretes: Maite Iratxe, Ángel Pardo, Mario Pardo, Jesús Puente, Miguel Rellán, Carlos Tristancho, Teddye Bautista, Manuel de Blas, Marina Saura. Estreno en Madrid: cine Madrid, sala 1.

Las secuencias interiorizadas, o extraídas, en forma de flash-back, del recuerdo de algunos personajes, en especial las que la corresponden al actor Rellán, no son convincentes. Este subjetivismo de algunas secuencias parece deudor innecesario de la novela original y no ayuda, más bien todo lo contrario, a aceptar la verosimilitud de lo que ocurre en tiempo presente.

Tampoco ayuda a crear esta credibilidad cierta apatía que se desprende de los actores en su conjunto, que parecen inicialmente poco o mal motivados, faltos de temblor y de desgarro, con la excepción de Malte Iratxe, que es convincente desde que aparece. El resto de sus compañeros de reparto ha de ganarse poco a poco, y a pulso, esta necesaria credibilidad para los tipos -inspirados en personas reales- que encarnan.

Una cosa es la frialdad y otra la indiferencia. Da la impresión, por lo dicho, de que hay -además de los balbuceos e imprecisiones en la fijación en la pantalla del punto de vista, imputables al guión- algunas carencias en la dirección de los actores, en cierta manera comprensibles si se tiene en cuenta que es éste el segundo largometraje de Gonzalo.

De estos dos obstáculos, el primero (secuencias subjetivas innecesarias) es fácilmente subsanable; pero el segundo (deficiencias generalizadas en la composición de los personajes) es más peliagudo de corregir. Pese a ello, Terroristas es una de esas películas en las que el director parece afirmase a medida que la acción avanza, como si hubiera ganado en soltura y conocimientoen lo que tiene que hacer, a medida que lo va haciendo, lo que es muy corriente en obras de cineastas todavía faltos,de horas de rodaje.

La cámara, a fuerza de buscarlo, acaba por encontrar su sitio, el de los espectadores, y éstos van poco a poco sintiéndose involucrados en la historia que se les cuenta. En su zona final, Terroristas se hace creíble y alcanza momentos, nunca muy brillantes, pero francamente eficaces -y tanto más meritoria nos parecerá esta eficacia cuanto mejor veamos la dificultad que entraña-, que ponen al filme por encima de la media habitual en los nuevos cineastas españoles y hacen de su joven director algo más que una promesa.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_