Las películas soviética y malinesa obtuvieron los primeros premios
ENVIADO ESPECIAL, El jurado internacional de esta edición de la Seminci que finalizó anoche ha concedido la Espiga de Oro, primer premio del festival vallisoletano, al filme soviético Mañana fue la guerra, primera película del director Yuri Kará. La Espiga de Plata le fue otorgada a La luz, película malinesa de Suleiman Cisse. Inexplicablemente, Ojos negros, la magistral película de Nikita Mijalkov, basada en el personal mundo del escritor ruso Anton Chejov, tuvo que conformarse con una mención honorífica, que todos consideran injusta, incongruente y discriminatoria.
El jurado internacional, compuesto por el productor sueco Bengt Forslund, la actriz alemana Lisa Kreuzer, el músico español José Nieto, la actriz española Fiorella Faltoyano, el documentalista británico David Robinson, el director canadiense Jean Lefebvre, y el director argentino Caros Sorín, intentaron fundamentar esta inexplicable y mínima mención honorífica a Ojos negros en el hecho de que esta película "ha tenido la oportunidad de competir en otros festivales".Tal explicación carece por completo de sentido, e incluso resulta ridícula leída en el acta de un jurado que, al mismo tiempo que excluye de la lista de sus premios a Ojos negros por haber competido en el pasado Festival de Cannes, concede la Espiga de Plata a La luz, filme que también concursó en ese mismo festival y que obtuvo allí un resultado mucho mejor que el de la película de Mijalkov.
El resto de los premios del jurado es el siguiente: mejor largometraje al canadiense El hombre que plantaba árboles, de Frederic Back, seguido por el estadounidense Luxo, jr., de los estadounidenses John Lasseter y Bill Reeves; mejor fotografía, la de Mikael Salomon por la película danesa Primavera temprana; mejor actor a Dennis Quaid, por Querido detective, de Estados Unidos; mejor actriz, Leonor Manson, por Made in Argentina; premio a la mejor ópera prima, Ex-aqueo, a la alemana Comida para dragones, de Jan Schütte, y Si estuvieras aquí, del británico David Leland; y, finalmente, un premio especial por toda su filmografía a la cineasta danesa Astrid Henning-Jensen.
En esta lista se observa, además de la aberrante exclusión de Ojos negros, de Nikita Mijalkov, otros síntomas de miopía: la concesión de los premios de interpretación a la actriz argentina Leonor Manson y al actor norteamericano Dennis Quaid, no porque éstos intérpretes hagan mal sus trabajos, sino porque hay en el buen conjunto de películas presentadas en Valladolid otras actuaciones no equiparables, sino abrumadoramente superiores a las galardonadas por el jurado.
Es el caso de la actriz sueca Stina Ekbland y la norteamericana Ellen Barkin, que en El camino de la serpiente y Querido detective, respectivamente, actúan con mucho más rigor la primera y con mayor brillantez y solvencia la segunda, que la citada actriz argentina.
Deslumbrante interpretación
En lo que respecta al actor norteamericano premiado, Dennis Quaid, cabe decir otro tanto, pues su trabajo queda a años luz por debajo del británico Colin Birth, que en Un mes en el campo asombró a toda la concurrencia; y, no hace falta decirlo, de la deslumbrante interpretación de Marcello Mastroianni en Ojos negros.Las Espigas de Oro y Plata, si olvidamos el dislate de la exclusión de Ojos negros, son galardones justos y perfectamente defendibles. Tanto Mañana fue la guerra, como La luz, que pronto se estrenarán en nuestro país España, son obras singulares, bellas y que merecen una sanción de este tipo, que ensanchará su futura audiencia en nuestro mercado cinematográfico.
Babelia
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