El desacuerdo con UGT impide que las enmiendas socialistas varíen sustancialmente los presupuestos

El Grupo Parlamentario Socialista presentó ayer las enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado, cuya principal modificación es que el derecho a cobrar pensión asistencial se rebaja a 68 años y se eleva su cuantía a 17.200 pesetas. La falta de acuerdo con UGT impidió otras reformas relativas a las pensiones, los funcionarios y la tarifa del IRPF. Francisco Fernández Marugán, del Grupo Socialista, explicó que las diferencias con el sindicato socialista "no son de dinero, sino de principios", mientras para Apolinar Rodríguez, de UGT, las enmiendas introducidas "echan por tierra la afirmación de Felipe González de que el Gobierno ofrece más de lo que le piden los sindicatos".

El presidente del grupo, Eduardo Martín Toval, calificó estos Presupuestos de "buenos, expansivos y solidarios", por lo que ha sido "bastante difícil mejorarlos a través de las enmiendas". Recordó que en la reunión mantenida entre el grupo parlamentario y el ministro de Economía, Carlos Solchaga, para el debate de los Presupuestos, todos los que participaron -"sean o no ahora miembros del grupo"- los valoraron positivamente.Mencionó expresamente a Antón Saracíbar, a quien acusé de incoherencia, ya que el ex diputado miembro de la ejecutiva de UGT "no rechazó globalmente los Presupuestos, sino que apuntó algunas mejoras", y días después presentaba su dimisión como parlamentario socialista.

Respecto a los posteriores contactos con UGT, Martín Toval afirmó que efectivamente no se había producido acuerdo, por lo que no se habían planteando las enmiendas relativas a funcionarios y pensionistas. Afirmó, sin embargo, que existe la posibilidad de que, durante el trámite parlamentario, se hagan modificaciones que se instrumentarían a través de la ampliación de las partidas presupuestarias correspondientes.

Por su parte, Francisco Fernández Marugán reconoció que los pasados lunes y martes se habían mantenido reuniones con diputados y senadores socialistas con cargos de responsabilidad en UGT, pero "no con el objetivo de presionarles para que no dimitieran, ni para realizar una llamada a la disciplina parlamentaria". Señaló en este sentido que las reuniones habían sido meramente informativas sobre las negociaciones llevadas a cabo con el Gobierno, el PSOE y la propia UGT. Añadió que "espero que los diputados y senadores socialistas lo sean hasta el final de la legislatura".

Actitud "teatral"

Respecto a si la oferta de negociación se encauzaría a través de conversaciones con las federaciones de pensionistas, jubilados y enseñantes, en la línea de las llevadas a cabo en los últimos días, Fernández Marugán manifestó que "somos un partido político y como tal mantendremos las reuniones que consideremos necesarias en cada momento". Añadió que las diferencias con el sindicato socialista "no son de dinero sino de principios", pero se negó en reiteradas ocasiones a realizar una valoración de la predisposición o no de UGT a llegar a futuros acuerdos.

Por su parte, Apolinar Rodríguez, secretario de acción sindical de UGT, calificó de "teatral" la "supuesta actitud negociadora del Grupo Parlamentario Socialista". Añadió que "es bastante triste que ante los periodistas todo el mundo parece estar dispuesto al diálogo y la realidad es que hoy (por ayer) los funcionarios están manifestándose en la calle para pedir mejoras en sus retribuciones porque no se les abren otras vías de negociación".

Valoró positivamente la introducción de una enmienda relativa a las pensiones asistenciales "porque ello significa que el Gobierno puede estar dispuesto a rectificar". Discrepó, sin embargo, de que, tal como afirmó Martín Toval, la elevación a 17.200 pesetas de la pensión asistencial -ahora está en 15.120 y el proyecto de Presupuestos la fijaba en 16.850- y la rebaja a 68 años de la edad requerida para ser beneficiario -ahora está en 69-aféctará a 40.000 ciudadanos y supondrá 6.000 millones de pesetas de gasto. "A mí no me salen esas cuentas", añadió.

Respecto a las retribuciones de los funcionarios y las pensiones, Fernández Marugán afirmó que el Gobierno y el PSOE están dispuestos a concluir acuerdos que tengan un reflejo presupuestario". Sobre un incremento ole la cobertura del desempleo, añadió que "la vía no son los Presupuestos".

En el capítulo fiscal, Fernández Marugán señaló que "si en la tarifa del impuesto sobre la renta se detectaran disfunciones, se estudiará técnicamente su modificación". A este respecto, el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, manifestó a preguntas de este periódico que "no parece existir una tarifa mejor a la ya aprobada por el Gobierno, pues si existiera se habría propuesto". Añadió que "el grupo parlamentario vio hará nada que el Gobierno no diga". No hay en las enmiendas socialistas ninguna variación en las deducciones, pues "está muy bien como está el proyecto del Gobierno", añadió Marugán.