Alarma en El Salvador

¿Puede una bala poner en peligro el diálogo iniciado entre guerrilla y Gobierno? El asesinato de Herbert Anaya, perpetrado por unos desconocidos, da la razón a los arúspices. La tentativa de solución del conflicto salvadoreño en el seno del plan firmado en Guatemala se ha iniciado mal.El asesinato se produce en un momento delicado de las negociaciones. Tras el fracaso de Caracas, las dos partes preveían encontrarse en México. Este nuevo clima de violencia prueba que los adversarios del diálogo no se rinden. Es una situación paradójica, ya que, de todos los conflictos de la zona, el de El Salvador parecía el único del que se podía esperar una solución pacífica rápida. Las declaraciones de las autoridades son favorables a seguir la negociación. Pero la guerrilla se cuestiona sobre "los motivos de dialogar sobre la democratización cuando el Gobierno sigue con la guerra sucia".

Las esperanzas suscitadas por el plan de paz aún no han desaparecido, y los ministros de Exteriores de los países signatarios tienen motivos de satisfacción. Parece que se han iniciado las conversaciones entre sandinistas y contra. Cada vez es más evidente que, si se cumple la fecha tope sin un acuerdo general de alto el fuego, el apoyo internacional del que se beneficia la iniciativa podría permitir un retraso. El asesinato de El Salvador demuestra su necesidad. Esta señal de alarma muestra el riesgo que puede producir la radicalización de los conflictos.

27 de octubre