Montserrat Caballé, con muletas, clausuró el Festival de Otoño de Madrid
La soprano catalana Montserrat Caballé cerró ayer en el teatro Real de Madrid la cuarta edición del Festival de Otoño de la comunidad autónoma madrileña. Caballé, acompañada de su casi inseparable pianista Miguel Zanetti, llegó al escenario ayudada por unas muletas.
La soprano se rompió la pasada semana el músculo plantaris en EEUU, a consecuencia de un pequeño accidente, y fue escayolada. Presidió el concierto la reina Sofía. Montserrat Caballé salió al escenario del Real vestida con una túnica negra, color elegido por la cantante en numerosas ocasiones, y fue recibida por el público con una ovación de tres minutos. Esta vez, el color negro tenía un significado especial, ya que la madre de la cantante falleció recientemente. La espontaneidad de la soprano se hizo patente, sin embargo, sobre el escenario del Real. Con frecuencia, hizo comentarios sobre lo incómodo de su situación (cantó de pie, durante cerca de dos horas, apoyada en el piano y en una de las muletas).Antes de finalizar el concierto, dedicó uno de sus temas a José Carreras, e informó al público que llenaba la sala, del estado de salud del tenor. Largas y cerradas ovaciones despidieron su intervención. Interpretó obras de Vivaldi, Rossini, Joaquín Nin, Lorenzo Martínez-Palomo y Ruperto Chapí, entre otros. Entre los asistentes al recital se encontraban, además de la reina Sofía, su hermana Irene, la infanta Cristina, los ministros José Barrionuevo, Manuel Chaves y Joaquín Almunia, y el presidente de la Comunidad madrileña, Joaquín Leguina.
