La relación entre arte e industria en una exposición sobre el diseño del automóvil
El Museo Español de Arte Contemporáneo inaugura mañana una exposición titulada Las formas de la industria, organizada por Fiat. En ella se presentan, además de 22 coches de distintas épocas, los planos y bocetos, carteles de publicidad diseñados por artistas como De Chirico, Carrá y Sironi, además de diversos aspectos de la mecánica interna del automóvil Los organizadores pretenden destacar, sobre todo, la estrecha relación entre el arte y la industria. La muestra inicia en España un periplo que la llevará a varios países europeos.
Esta exposición tiene una gran similitud con la muestra de un artista plástico, según Pierluigi Cerri, a cargo del montaje. "Se presentan las obras y los dibujos preparatorios del proyecto, como se presentan en una exposición la escultura y sus bocetos. Es interesante también porque en ella se hace una revisión, una sección de la historia del automóvil desde el inicio del siglo hasta nuestros días, que ha atravesado tres fases fundamentales en su forma de plantear los proyectos", dice Cerri."La primera fase fue mecánico-artesanal y su objetivo fue el proyecto y la realización de un objeto de uso; es, sobre todo, el resultado de manos habilísimas. Hay una segunda fase mecánica en la que nace el concepto de la producción masiva, en el que la proyección cambia".
"Una tercera fase es la electrónica, en la que se plantea de nuevo el problema de una proyección distinta, de una concepción distinta del objeto, un sistema y no un objeto definido".
La imagen que Fiat quiere proyectar en esta muestra no se refleja sólo en la exposición de sus productos, sino en el complemento que representan los carteles de publicidad de las primeras épocas, entre los que se encuentran obras originales de De Chirico, Carlo Carrá o Mario de Sironi; y la exhibición de los vídeos publicitarios actuales, en los que se busca también la sugestión estética.
A la inauguración de la exposición acudirá mañana Umberto Agnelli, vicepresidente de Fiat, acompañado por el consejero delegado Cesare Romiti. Estaba previsto que viniera Giovanni Agnelli, pero una reciente fractura de fémur se lo ha impedido.
Pierluigi Cerri piensa que esta exposición tiene varias lecturas. "Fiat ha tenido siempre una gran capacidad de adaptación a los tiempos. Pero si se mira con atención esta muestra, se encuentra que es difícil y popular al mismo tiempo. Propone dos o tres lecturas diversas. Una lectura muy popular, porque es rica en iconografías e imágenes; también una lectura científicamente explícita, porque está conformada por investigaciones de expertos como Tito Anselimi y otros".
"Al mismo tiempo, una exposición como ésta produce una extraña fascinación, porque se percibe un hilo casi lógico en la producción. Un Fiat es distinguible. Existe la tentativa de ver fragmentos o partes de un discurso sobre cuyo filo sutil avanzan las formas, un filo de reconocibilidad".
', No se trata de mostrar un proceso evolutivo porque el automóvil sigue siendo en todo momento un automóvil. Por un lado se trata de concebir un objeto dentro de la mitología del automóvil, que conserve su automovilidad. Por otro está el diseño internacional, el diseño del estilo. El automóvil tiene un 60% de no funcionalidad de interiorismo, de comodidad- orientado más hacia la motivación".
"Esta muestra es una provocación en el ámbito de la discipli na del diseño industrial", añade Cerri. Sólo que el diseño industrial ha abordado objetos algo distintos al automóvil. Se ha hablado siempre del diseño industrial en relación a otro tipo de objetos, porque el automóvil trae a la espalda una mitología completamente distinta. De hecho la muestra se empieza a preparar metiendo todo estos datos que descubrimos, probando la tesis de que Fiat ha producido, prácticamente ha inventado, el motor de carreras. En el plano de la forma la Fiat se vió obligada a producir modelos de tamaño reducido sin perder la calidad estética. Esta muestra ha sido concebida dentro de un momento de la cultura en el que se descubre el valor estético del objeto industrial. La exposición termina con una sorpresa, con un gesto algo irónico que ha estado a cargo del escultor Giulio Paolim. No se puede terminar una muestra como ésta más que con una paradoja, un objeto muy avanzado tecnológicamente que simula un gesto dadaísta".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.