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Entrevista:

"Estados Unidos y la CE siempre tendrán problemas comerciales"

Declaraciones de Douglas McMinn, subsecretario norteamericano de Estado para Economía .

Rosa Cullell

El 11 de diciembre se celebrará, una vez más, la cumbre ministerial entre Estados Unidos y la Comunidad Europea. También como siempre, David McMinn, el subsecretario de Estado norteamericano para Asuntos Económicos, preparará la reunión para el secretario George Shultz, su jefe. El encuentro cerrará un año especialmente turbulento entre EE UU y los doce, en el que se ha librado una guerra comercial. Pero McMinn no cree que esas tormentosas relaciones sean para asustarse: "El volumen de comercio entre Europa y Estados Unidos es tan grande que es lógico que existan conflictos. Los hemos tenido, los tenemos y continuarán en el futuro".

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Dispuestos a aprovechar la ocasión

Douglas McMinn ha pasado como un relámpago por Madrid, tras permanecer unos días en Bruselas. Allí ha confeccionado la agenda de la próxima reunión ministerial CE-Estados Unidos con un grupo de "viejos amigos", sus colegas comunitarios.

Pregunta. ¿Qué temas figurarán en la agenda de la reunión?

Respuesta. Este año el secretario de Estado Shultz quiere hablar de las tendencias internacionales, de los cambios que se están registrando en la economía mundial y que pueden influenciar en las decisiones políticas del futuro. También se tratarán algunos asuntos individuales y se preparará la ronda de negociaciones del GATT (Acuerdo General sobre, Aranceles y Comercio).

P. Sin embargo, no se puede decir que la CE y Estados Unidos estén pasando una luna de miel comercial. ¿Piensa que la próxima reunión ministerial ayudará a limar las diferencias?

R. Las relaciones económicas entre la CE y Estados Unidos son muy fuertes. Sólo hay que fijarse en el enorme volumen del comercio entre ambas potencias. Y siempre que hay una relación tan fuerte surgen problemas. Por tanto, hemos tenido problemas anteriormente y los hemos solucionado. Tenemos problemas ahora, pero buscaremos una solución. Y en el futuro las dificultades continuarán. La pregunta es: ¿podemos hacer algo para que disminuya el número y la frecuencia de los problemas?

P. ¿Pueden ustedes?

R. Las predicciones son difíciles. Un hombre muy sensato dijo una vez que no le importaba hacer predicciones mientras que no fuera sobre el futuro. Creo que tanto Europa como Estados Unidos quieren que las negociaciones del GATT sean un éxito. Un resultado satisfactorio de las negociaciones significaría más volumen de comercio y, por tanto, un mayor crecimiento y un mejor nivel de vida para todos.

La agricultura

P. La reciente guerra comercial estuvo provocada por las diferencias existentes en la agricultura. ¿Cómo se puede acabar con el caos agrícola?

R. En agricultura tenemos un problema mundial. El mundo produce un tremendo excedente agrícola, provocado por políticas nacionales erróneas. Desde luego, la CE y Estados Unidos se han equivocado, pero también otros países. Y tenemos que resolver esta situación porque nos está costando en términos presupuestarios grandes cantidades de dinero y está impidiendo el crecimiento de nuestras economías. La política agrícola común, además, va en contra de Europa y de su dinamismo.

P. ¿Cuáles son los mayores problemas que tienen sobre el tapete EE UU y Europa?

R. Uno de los problemas más importantes es el programa Airbus. Está claro que debemos llegar a un acuerdo sobre precios, subsidios y cuotas de mercado. Hemos de equilibrar la industria aeronáutica. Es un asunto muy emocional en Europa, pero también lo es en Estados Unidos.

P. La balanza comercial norteamericana sigue sufriendo fuertes desequilibrios. ¿Cómo piensa su Gobierno disminuir el déficit?

R. Nuestro déficit comercial es un problema macroeconómico, y se tiene que buscar una solución macroeconómica. Sobre todo, es necesario acabar con el proteccionismo y por ello necesitamos una nueva ronda del GATT, para destruir las barreras y anular las prácticas proteccionistas de los distintos países.

P. Los últimos indicadores no muestran una recuperación. ¿Sigue su Gobierno pensando que este año logrará reducir el déficit comercial?

R. EE UU es un enorme mercado, con gran flexibilidad para adaptarse. Y se está adaptando. En volumen, nuestras exportaciones han aumentado sustancialmente en los últimos seis meses, y empezamos a ver cambios en el valor de nuestras ventas. Espero que los resultados serán visibles en los meses de octubre, noviembre y diciembre.

P. Usted ha mencionado la necesidad de acabar con el proteccionismo, pero recientemente la Cámara de Representantes de su país dio el visto bueno a una ley que limita las importaciones textiles y de calzado.

R. La Administración de Estados Unidos ha dejado claro cuál es nuestra posición respecto a esa ley. Es muy simple: nos oponemos y nos hemos opuesto siempre. La Cámara de Representantes ha pasado esa normativa, pero no la votaron tantas personas como se esperaba. Eso significa que si esa ley llegara al presidente, éste la vetaría.

El bilateralismo

P. Sin embargo, ¿existe una tendencia proteccionista entre los políticos norteamericanos?

R. Es muy difícil saber lo que piensa un político. Pero creo que la legislación proteccionista es inaceptable.

P. EE UU acaba de llegar a un acuerdo económico con Canadá y prepara otro con México. ¿Significa eso que la Casa Blanca se inclina ahora por una política de acuerdos bilaterales?

R. El acuerdo con Canadá es histórico. Y también es bilateral. Pero no creo que, en un futuro cercano, se vayan a realizar negociaciones similares con otros países. El acuerdo con México será un compromiso marco, mientras que el de Canadá es más específico. No hemos hecho una apuesta política por el bilateralismo. Seguimos apoyando el GATT.

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