Cuatro artistas españoles jóvenes exponen en Burdeos
Muestras de Sicilia, Solano, Iglesias y Muñoz
Cuatro jóvenes artistas españoles inauguraron el pasado viernes 25 de septiembre, sendas exposiciones individuales en Burdeos. Se trata del pintor José María Sicilia (Madrid, 1954) y los escultores Susana Solano (Barcelona, 1946), Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) y Juan Muñoz (Madrid, 1953). El lugar que reúne estas cuatro muestras simultáneas es el prestigioso Museo de Arte Contemporáneo de Burdeos (CAPC), que dirige Jean-Louis Froment.
En el haber previo de Jean-Louis Froment está la organización de diversas iniciativas de promoción del nuevo arte español en colaboración con las instituciones públicas y privadas españolas más dinámicas, como la gran muestra individual de Miquel Barceló que rotó por Europa y América, o, la exposición colectiva Paisatges, hace unos meses en Palma de Mallorca.Estas cuatro muestras de artistas españoles, que permanecerán abiertas en Burdeos hasta el próximo 22 de noviembre, y acompañadas por una pequeña colectiva didáctica de grandes maestros del arte español del siglo XX -Julio González, Picasso, Miró, Tàpies, Saura, con obras seleccionadas para la ocasión-, llegan en un momento particularmente oportuno: los cuatro artistas citados se hallan en una óptima situación internacional; pero también ello acaece cuando la imagen global de la cultura española contemporánea está creando expectativas internacionales sin precedentes.
Tras el éxito fulgurante de Barceló, que en estos momentos exhibe una exposición individual en una de las mejores galerías neoyorquinas, la de Leo Castelli, José María Sicilia ha sido el otro pintor español joven que más interés internacional ha suscitado, tanto en Europa como en EE UU. Por eso, poder ver reunido un amplio conjunto de obras de gran formato de su producción más reciente, exhibidas además en el marco que las cobija en el CAPC, es todo un acontecimiento. Marcada por polos de tensión contrapuestos, una abstracción analítica y otra más expresionista, la pintura de Sicilia está actualmente cargada de fuerza y misterio, a la vez que alcanza grados muy sutiles de refinamiento formal.
La escultura está de moda y nuestros jóvenes escultores también. Jean-Louis Froment, que sigue muy de cerca la actualidad internacional y conoce bien nuestro arte, no se ha limitado sólo a exponer la obra de tres de nuestros mejores escultores -S. Solano, C. Iglesias y J. Muñoz-, sino que se ha arriesgado él mismo, invitándoles a asumir el riesgo de realizar unas piezas pensadas para el lugar donde serían instaladas. Teatral y hermosa, la instalación de Susana Solano -Perpendicular al Garonne (1987)- combina sensualidad y dureza, con el secreto que ella atesora, mas, de nuevo aquí, las mallas metálicas crean la magia de un espacio pictórico, como de perspectiva aérea.
Cristina Iglesias ha adherido sus columnas de cemento, hierro y cristal a las naves abovedadas de la segunda planta del CAPC, pero esta vez, junto al refinamiento lírico que le es característico, hay una secuencia de ideas poéticas: fantásticas la novedad y la tensión de la columna frente al tapiz acristalado; romántica y sugerente, además de profundamente musical por el concierto rítmico de las piezas con el espacio arquitectónico, la serie de esculturas de cobre dorado e incrustaciones de cristales de tragaluz, cargadas de simbolismo, complejidad, misterio y belleza; muy interesante, en fin, el ensayo de la pintura flanqueada por columnas...
Juan Muñoz ha diseñado su instalación como un conjunto articulado de piezas y dibujos: las piezas, suelos oteados por centinelas mudos, en patética observación frente al equívoco insondable de un espejismo infinito; suelos con la piel marcada por el diseño cartográfico -mapas de campaña o planos de tesoros-, vistos desde la elevada perspectiva aérea de un balcón vacío, mirada de la desolación; dibujos desvaídos, agrisados, sucia melancolía de recuerdos que no acaban de borrarse por completo...
Son espacios para le memoria, narrativos, inquietantemente metafísicos. No es extraña la evocación de De Chirico o Schlemmer.
Babelia
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