Un documental sobre la Iglesia chilena, segunda opción de Televisión Española al Premio Italia

El largometraje documental En nombre de Dios, que relata la situación de la Iglesia católica en Chile bajo la dictadura del general Augusto Pinochet, será el espacio que represente a España, dentro del ámbito de documentales, en el Premio Italia. Las gallinas de Cervantes, adaptación de un relato de Ramón J. Sender, es el otro programa, dentro del apartado de ficción une presenta Televisión Española. El premio se falla, entre el 17 y el 27 de septiembre, en la ciudad italia de Vicenza. El rodaje de En nombre de Dios lo realizó en Chile un equipo de cuatro personas durante tres meses el año pasado.

Patricio Guzmán es conocido sobre todo por el trilogía cinematográfica La batalla de Chile (1973-1979), y reside fuera de Chile desde que rodó este filme que relata la vida chilena desde el golpe de Estado que derribó a Salvador Allende y el afianzamiento del régimen de Pinochet. Sin embargo no tuvo problemas para volver a su país y rodar En nombre de Dios. "Pasamos algún temor durante la filmación, porque la policía se muestra muy agresiva con la Prensa". El ayudante de dirección, Hernán Castro, y el sonidista, Pablo Basulto, ambos chilenos, estuvieron detenidos durante una semana, acusados de agresión a la fuerza pública. "En el filme aparece la detención de los dos: la mitad del equipo, desde la acera de enfrente, rodó la detención de la otra mitad".

Cámara testigo

Lo más destacado de En nombre de Dios es, en palabras de su director y guionista, "que la narración corre a cargo de los personajes". No hay voz en off que establezca un hilo argumental, "la trama se desencadena con una progresión dramática", señala Guzmán. "Por el contenido y el montaje, por la manera de filmar, la cámara es como un testigo que se introduce en lo que narra y lo pasa a primer plano. La cámara no es un testigo objetivo. No oculto mis simpatías por el trabajo que realiza la Iglesia chilena". Pero el director reconoce que para que la cinta sea creíble es necesario crear un clima de objetividad amplia, "para que el contexto opresivo quede muy claro". "Son las acciones mismas", dice el director, "y las palabras directas de los personajes principales, quienes configuran el relato dramático, donde aparece una sociedad activa, casi siempre acosada, dueña de un mundo poético propio y con una enorme dignidad cotidiana"."El hilo conductor siempre corre por cuenta de la Iglesia: una institución moderna, mayoritariamente liberal, tolerante, única en América Latina, abierta al cambio y que propicia la participación social para defender los derechos humanos", dice Guzmán. "No es que la Iglesia chilena sea partidaria de la teología de la liberación; es más bien de corte centrista, pero no está de acuerdo con la dictadura. Asume una defensa unánime de la democracia".

El programa tiene una duración de 100 minutos y ha sido rodado en color, en 16 milímetros. Fue emitido el pasado 19 le marzo por Televisión Española. Ha sido pasado a vídeo en España y remitidas copias a Chile, donde se ha podido ver en pequeñas comunidades cristianas y parroquias. "En Chile", relata Guzmán, "Ias parroquias se han convertido en pequeños espacios de libertad". Salvo en el próximo festival de cine de San Sebastián (al que acude dentro de un ciclo dedicado a Chile) y en el de Toronto, el filme participará en calidad de película competitiva en los certámenes de Biarritz, Po, Manhein, Leipzig y La Habana.