Inminente veredicto en el juicio contra 90 integristas tunecinos
El Tribunal Especial de la Seguridad del Estado de Túnez hará público en las próximas horas el veredicto contra los 90 integristas (40 en rebeldía) del Movimiento de la Tendencia Islámica (MTI) para los que el fiscal pide la pena de muerte, una vez concluidas las alegaciones de la defensa, compuesta por 84 abogados.
Las sentencias son esperadas con verdadera expectación, en un ambiente calificado de tenso por los observadores, puesto que hasta el momento ni el poder político ni el judicial han mostrado mínimos indicios de flexibilidad hacia las reiteradas exculpaciones de los principales procesados, acusados de terrorismo y de tentativa de cambiar el régimen.La Prensa tunecina, afin al Gobierno, mantenía ayer en sus primeras páginas la acostumbrada beligerancia contra el MTI y sus principales dirigentes.
L'Actión, portavoz del Partido Socialista Desturiano (PSD, en el poder), arremetía contra Rachib Ganuchi, el emir del MTI, por haberse declarado en el juicio partidario de la Declaración de los Derechos del Hombre de las Naciones Unidas y defensor de las libertades de expresión y pensamiento.
Para este periódico, los integristas utilizan "un doble lenguaje" y su ideología no es otra que el oscurantismo, la violencia, el extremismo y el totalitarismo".
Otro periódico, La Presse, calificaba a Ganuchi de "voluntariamente provocador", al haberse refugiado, ante las acusaciones criminales, en una supuesta fe en los derechos del hombre.
La Presse, que recordaba que entre 1980 y 1987 se le han contabilizado al MTI 1.200 actos de violencia, advertía que el Estado teocrático que persigue la organización "está esencialmente fundado en la negación de los derechos del hombre".
En medio de la recta final del proceso, el presidente Habib Burguiba, de 84 años, ha dado un vuelco al aparato informativo gubernamental y ha instalado a un nuevo ministro al frente de la cartera de Información, el periodista y ex director de La Presse Abdelwaheb Abdallah.
Otro profesional del periodismo, Abdallah Amami, que ha hecho su carrera en la Radiotelevisión Tunecina (RTD), ha sido nombrado director general de Información, cargo similar al de portavoz oficial del Gobierno.
Descontento de Burguiba
Los cambios han sido interpretados como fruto del descontento personal del octogenario presidente por las informaciones que sobre Túnez vienen apareciendo últimamente en la Prensa extranjera, especialmente en relación con los acontecimientos protagonizados por el Movimiento Integrista.Burguiba ha creado también el cargo de director de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior, para el que ha nombrado a un veterano militante del PSD, Sadok Belhaj, quien anteriormente había sido profesor de Educación Cívica de la Academia Militar.
De esta manera se incrementa la presencia del poder político en el control religioso del país, iniciado el pasado mes de mayo, coincidiendo con el mes del Ramadán, con la creación de un Consejo Superior Islámico, órgano que actúa en coordinación con el Ministerio del Interior.
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