Jornadas de tensión y violencia

En las afueras del céntrico hotel Tupahue, la gente sigue a través de las radios el regreso de los ex parlamentarios chilenos, mientras se viven jornadas de tensión. Doscientas personas fueron detenidas el viernes en manifestaciones contra el régimen y una docena de ellas resultaron heridas, seis de ellas con balines. Al menos otro centenar de personas, entre ellas el ex diputado comunista Mario Riquelme, fueron detenidas durante los allanamientos masivos que han realizado miles de soldados, policías y agentes de seguridad en el sector oriental de Santiago, en busca del teniente coronel Carlos Carreño, secuestrado el martes por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).El cardenal Juan Francisco Fresno hizo un llamamiento a los secuestradores para que liberen al oficial del Ejército. Más de 10.000 viviendas han sido registradas, algunas de ellas violentamente, en barrios residenciales de clase media. Un periodista de la revista Apsi, Nibaldo Mosciatti, denunció que durante el registro de su vivienda, realizado por civiles en su ausencia, le robaron dinero, documentación y objetos personales. Las investigaciones en busca del teniente coronel son hasta ahora infructuosas, y el Gobierno declaró que no aceptará un canje del oficial por presos del FPMR.

Durante la noche del viernes (madrugada en España), grupos de pobladores protestaron contra la dictadura en barriadas periféricas de Santiago e incendiaron barricadas. Además, media docena de bombas de poco poder explosivo estallaron en la capital, y una torre de alta tensión fue derribada, provocando un corte de la energía eléctrica durante cinco minutos en el sur de Santiago.