_
_
_
_
_

Ronald Reagan o el arte de contar los chistes

La nueva especialidad del presidente estadounidense son las historietas sobre los soviéticos

Coleccionar chistes sobre los soviéticos es el nuevo pasatiempo del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan. La información fue revelada por el propio presidente a principios del mes de agosto. Durante una reunión dedicada a problemas económicos, en la Casa Blanca, Ronald Reagan declaró de repente, ante sus atónitos interlocutores: "Sabéis que tengo un nuevo hobby. Estoy coleccionando los chistes que se cuentan los habitantes de la Unión Soviética entre ellos, y que demuestran no sólo su sentido del humor, sino también lo que piensan del sistema en el que viven".

El presidente empezó luego a contar una de sus historietas favoritas, acerca de un soviético que quiere comprarse un coche. El hombre acude a la agencia oficial, da el dinero, y le dicen que puede venir a buscar su automóvil dentro de exactamente diez años. "¿Por la mañana o por la tarde?", pregunta el cliente. "Dentro de 10 años, ¿qué más da?", contesta el vendedor. "Bueno...", dice el hombre, "es que el fontanero tiene que venir por la mañana".

Un chiste de Felipe González

Los chistes del presidente Reagan provienen de varias fuentes de información, por ejemplo, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) o personalidades extranjeras. Así, uno de los chistes favoritos de Ronald Reagan se lo contó el jefe del Gobierno español, el socialista Felipe González. Se trata de dos soviéticos paseando por la calle. Uno de ellos pregunta de repente: "Camarada, ¿hemos alcanzado ya el más alto nivel del comunismo?" "¡Oh, no!", contesta el otro. "Creo que las cosas todavía van a ponerse peor". Los colaboradores de Ronald Reagan admiten que el humor desempeña un papel muy importante en su relación con el público.

Peggy Noonan, que trabajó en la Casa Blanca en la redacción de los discursos presidenciales, afirma que incluía al menos un chiste al principio de cada intervención.

Los colaboradores del presidente estadounidense confiesan que Reagan no se contenta con contarles a ellos sus mejores historias soviéticas, sino que le encanta compartirlas con el propio líder de la Unión Soviética. Un alto responsable del Gobierno norteamericano reveló que el presidente contó a Mijail Gorbachov al menos uno de sus chistes favoritos durante la cumbre del pasado mes de noviembre en Islandia.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El apego de Reagan a los chistes llega a convertirse en un calvario para sus allegados. Algunos se quejan de que el presidente suele interrumpir discusiones muy serias con una de sus historias. Muchas veces, los visitantes se quedan frustrados e incluso alarmados. Algunos afirman que Ronald Reagan parece utilizar deliberadamente sus chistes para evitar las cuestiones importantes o las polémicas.

Uno de los mejores proveedores de chistes del presidente Reagan es un actor soviético, Yakov Smirnoff, que emigró a Estados Unidos hace diez años, y que desde entonces se ha dedicado a contar historias sobre su país. Desde que le encontró en una cena el pasado mes de enero, por intermedio de Arnaud de Borchgrave, director del periódico The Washington Times, Ronald Reagan ha aumentado considerablemente su repertorio. ¿Cuáles son los cuatro problemas de la agricultura soviética? Respuesta del presidente Reagan: la primavera, el verano, el otoño y el invierno.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_