Un constructor y un arquitecto, condenados por desperfectos en una vivienda de Villalbilla

Antonio González Fernández, propietario de la empresa constructora Goyfer, y el arquitecto Samuel Quintana Drake fueron condenados por el Juzgado número 17 de Primera Instancia a pagar una indemnización de 300.000 pesetas por la construcción defectuosa de una vivienda unifamiliar en la urbanización El Pobledal, situada en el término municipal de Villalbilla Madrid).

Según el fallo condenatorio emitido por Juzgado número 17 de Primera Instancia de Madrid, la placa de cimentación de la vivienda -construida en 1978 y habitada desde entonces por Luis López Santos y Carmen Esteban Fernández- no fue adecuadamente diseñada y por ello comenzaron a aparecer, en 1982, abundantes grietas, que se extendieron a la fachada, el techo, los tabiques y el suelo.

De acuerdo con el informe pericial, la expansividad del terreno arcilloso produjo empujes sobre la losa de cimentación, y estos empujes fueron transmitidos al resto del inmueble llevándolo a la actual situación en que se halla".

El propietario de la empresa Goyfer fue condenado en ausencia, pues al no comparecer en autos el juzgado lo declaró "en rebeldía". Del arquitecto Quintana Drake señala la sentencia que, aun si se aceptase su argumento de que la empresa había rechazado el estudio geotécnico que debía servir de base para el cálculo de la cimentación, su responsabilidad no desaparece.

La sentencia considera que el arquitecto es reponsable del estado actual de la vivienda por varios motivos, entre los que destacan los siguientes: no advirtió de las consecuencias que pudieran derivarse y no ordenó la suspensión de la obra, "sino que pretendió resolver el problema proyectando una placa armada en la cimentación".