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PRUEBA DE FUERZA EN ORMUZ

Reagan desestima un llamamiento de Gorbachov para mediar en el conflicto irano-iraquí

Francisco G. Basterra

El presidente Ronald Reagan rechazó ayer una propuesta del líder soviético, Mijail Gorbachov, para que las dos superpotencias busquen una fórmula para acabar con la guerra irano-iraquí. Washington respondió a Moscú que el foro "adecuado" es la ONU, cuyo Consejo de Seguridad pidió el lunes el alto el fuego a los dos contendientes. Gorbachov ha sugerido una negociación bilateral entre los dos grandes para concluir un conflicto que dura ya siete años.

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El llamamiento de Gorbachov se hacía en una carta de res puesta, el pasado viernes, a la misiva que le envió Reagan para pedirle su apoyo a la resolución de cese de hostilidades del Consejo de Seguridad. El voto favorable de la Unión Soviética fue elogiado ayer por Washington. Estados Unidos se ha visto arrastrado a aumentar su presencia naval en el golfo Pérsico para contrarestar la maniobra soviética de alquilar petroleros a Kuwait.La implicación militar norte americana en el Golfo es funda mentalmente un intento de re cobrar la credibilidad perdida entre los países árabes moderados por la venta secreta de armas a Irán, su gran enemigo. El subsecretario de Defensa, Richard Armitage, ha explicado que es una demostración de que "estamos dispuestos cuando las circunstancias lo dictan , a aceptar la carga que supone ser una superpotencia". Pero los reinos petrolíferos del Pérsico albergan serias dudas sobre la credibilidad del compromiso de Washington. Temen que como ocurrió en Beirut, en 1984, Washington se retire si resulta atacado directamente.

La opinión pública y el Congreso, que trató de aplazar sin éxito el abanderamiento de los barcos kuwaitíes, temen un ataque iraní directo contra los barcos, lo más improbable, o el recrudecimiento del terrorismo contra intereses norteamericanos en cualquier punto d Oriente Próximo. Irán está instalando misiles chinos Silokwonn que cubrirán el estrecho de Ormuz y ha lanzado ataques contra petroleros desde lanchas rápidas. Pero la Armada norte americana está dispuesta a repeler cualquier agresión o simple sospecha de ataque.

Nadie duda de que Reagan, que no logró apoyo material de los aliados europeos para esta operación, autorizará represalias contra Irán si es necesario.

En caso contrario su postura de fuerza perdería toda credibilidad. Son muchos los que creen que el presidente agradecería un pretexto para asestar un golpe quirúrgico a los ayatolás de Teherán, que le serviría para recuperar parte del prestigio perdido por el escándalo del Irangate. Pero Irán no es Granada o Libia, y una escalada de represalias en un punto tan candente del globo podría provocar una intervención soviética con consecuencias muy graves para la paz mundial.

En Moscú, un portavoz del Kremlin dijo ayer que "una concentración naval estadounidense en un lugar tan pequeño (el golfo Pérsico) no tiene sentido y pueder ser la espoleta de un conflicto mayor".

El Pentágono confía en que una de las consecuencias de la defensa de los barcos kuwaitíes sea conseguir una base permanente, en alguno de los países del Golfo, para su fuerza de despliegue rápido(CENTCOM), cuyo cuartel general está ahora a bordo de un barco.

El portavoz presidencial, Marlin Fitzwater, insistió ayer en que, tras la resolución de la ONU, considerada por la Administración como un "paso histórico", "esperamos la respuesta de Irán e Irak y luego estudiaremos si hay o no sanciones por incumplimiento del alto el fuego". Irán ya ha rechazado el llamamiento de la ONU.

El secretario de Estado, George Shultz, afirmó ayer que .nuestra presencia en el Golfo no es provocativa y no es una amenaza contra nadie".

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