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La RFA sugiere que el ataque contra uno de sus barcos fue premeditado

El Gobierno federal alemán endureció ayer considerablemente su valoración del incidente ocurrido el lunes en el mar Báltico al ser alcanzado un buque nodriza alemán por disparos de una corbeta polaca y anunció que no puede descartar que el ataque, en el que resultaron heridos tres marineros, fuera premeditado.

El embajador polaco en Bonn fue llamado al Ministerio de Asuntos Exteriores, donde le fue expresada la protesta de la RFA. En Varsovia, el portavoz del Gobierno, Jerzy Urban, se limitó a declarar que "el caso requiere una profunda investigación de las autoridades".Si el lunes, pocas horas después del incidente, las autoridades federales alemanas se esforzaron por minimizar el "accidente, que resolveremos con tranquilidad por cauces diplomáticos", y que se debía, según todos los indicios, a un fallo técnico o error humano, el análisis de los hechos por parte del Ministerio de Defensa ha endurecido la actitud alemana. Sin embargo, a la espera de la explicación procedente de Varsovia, todas las especulaciones giran en torno a posibles errores de la tripulación polaca en la fijación de tiro por medio del radar, que podría haber confundido el blanco aéreo con el barco alemán y nadie se atreve a formular hipótesis de otro tipo.

El ministro de Defensa alemán, Manfred Worner, informó ayer al Consejo de Ministros. "Esperamos una aclaración de este grave incidente", manifestó un portavoz del Ministerio de Defensa, que expresó la "decepción" del Gobierno federal por el silencio de las autoridades de Polonia o del Pacto de Varsovia, que se mantenía 36 horas después de esta "clara violación de todas las reglas habituales en maniobras. Según señaló, la zona en que se realizaban los ejercicios no había sido "activada", como se califica la comunicación de que se realizarían pruebas de tiro.

El lunes, a las 9.30, el buque nodriza Neckar fue alcanzado por cinco disparos de artillería de 30 milímetros que provocaron una vía de agua y un incendio a bordo. Los tres marineros heridos fueron trasladados inmediatamente en helicóptero a la base naval de Kiel, a dónde llegó ayer el buque agredido. El Neckar se hallaba en aguas internacionales observando unas maniobras conjuntas de las marinas de Polonia y Alemania Oriental en el golfo de Gdansk, frente a las costas soviéticas del Báltico. Según el Gobierno alemán, estas observaciones son habituales. El Neckar está equipado con material electrónico para este tipo de tareas.

Nada más llegar a Kiel, el capitán de corbeta Diethard Gatz, comandante del buque agredido, calificó de "irresponsable" la actitud del comandante de la corbeta polaca, del tipo Tarantul, del que, según informó ayer el Ministerio de Defensa, habían partido los disparos. El Neckar se hallaba a media milla marina del barco polaco.

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