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UN NAZI, EN EL BANQUILLO

Un hijo de Barbie vivió más de 10 años en Barcelona y mantuvo contactos con los neonazis españoles

Durante más de 10 años, Klaus Geor Altmann Wilhelms, hijo de Klaus Barbie, el carnicero de Lyón, vivió en Barcelona, sin que se conociera su verdadera identidad. El hijo del criminal nazi que ahora se enfrenta a un proceso histórico en Francia mantuvo estrechos y constantes contactos con los neonazis del Círculo Español de Amigos de Europa (CEDADE). Altmann también ayudó a su padre en el productivo negocio del tráfico internacional de armas y hasta tuvo tiempo de intentar, vanamente, acabar la carrera de Derecho. Murió accidentalmente en Bolivia hace seis años. Ésta es la historia de la pista española del otro Klaus Barbie.

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De nacionalidad boliviana, Altmann llegó a España en 1965 con el pasaporte número 13335. Según una partida de nacimiento sellada y autentificada en Bolivia, Klaus Geor Altmann nació en Kasel, en el Estado de Hessen, de la República Federal de Alemania (RFA), el 11 de diciembre de 1946, 19 meses después de la capitulación incondicional del III Reich. Su madre, Regina Wilhelms, falleció de cáncer en 1982.Durante más de 10 años, el hijo de Barbie vivió en Barcelona con el mismo apellido falso que la US Ariny Counter Intelligence Corps -antecedente de la CIA- había dado a su padre en 1951, en pago por sus servicios anticomunistas. Desde Barcelona, viajó a la RFA, Austria Francia y Bolivia, trabajando como representante de una firma marítima boliviana creada por su padre y dedicada especialmente al tráfico internacional de armas. Por otra parte, en esa etapa mantuvo contactos con neonazis españoles.

Vivienda en Castelldefels

Klaus Geor Altmann Willhelms se matriculó en la facultad de Derecho de la universidad de Barcelona en el verano de 1965. Tenía 19 años. El joven, que unos meses antes había terminado Bachiller en Humanidades en el Colegio Alemán de La Paz, tuvo como primera residencia en nuestro país el chalé Dangoly una casa de alquiler rodeada de grandes pinos y con ventanales azules en la localidad de Castelldefels (Barcelona).

De la documentación universitaria se desprende que Altmann estuvo en Barcelona la mayor parte del tiempo entre los años 1965 y 1978.

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Según los archivos policiales, el hijo de Klaus Barbie solicitó un total de cinco permisos, entre los que había solicitudes de permanencia y de residencia con y sin trabajo, entre 1966 y 1975. La policía española nunca le tuvo fichado por acto criminal o irregularidad administrativa alguna, y se diría que su comportamiento se acomodé al deseo de su padre: no desafiar al destino más allá de lo que sus obligaciones le aconsejaran.

La asistencia del joven Altmann a las clases universitarias durante estos 13 años fue irregular. De su expediente se desprende que era pésimo estudiante o que se dedicaba prioritariamente a tareas extraacadémicas.

Algunas de estas actividades le acercaron a los medios fascistas catalanes, y especialmente al grupo neonazi CEDADE, la organización fundada por Jorge Mota, que ha reconocido sus relaciones con el hijo de Barbie.

Los dos primeros años de Altmann en Barcelona coincidieron con la intensidad política que caracterizó los cursos académicos 1965-66 y 1966-67. La Caputxinada (encierro de intelectuales en el convento de los Capuchinos de Sarriá en apoyo del sindicato democrático de estudiantes) y las trifulcas entre grupos estudiantiles de signo opuesto, coincidieron con los primeros años universitarios de este joven que, en su primer curso de facultad, suspendió la Historia del Derecho, asignatura que aprobó luego en septiembre.

Casado con una francesa

En 1967, Altmann regresé a Bolivia por un tiempo y residió allí con sus padres. Entonces se casó con una joven francesa, Françoise Crozier, a quien conoció en París. En un principio Altmann no le comentó a Barbie que su futura esposa era francesa y Françoise adquirió automáticamente la nacionalidad boliviana de su marido. En 1968, los Altmann tuvieron a su primera hija, Nancy. La niña nació en Cochabamba (Bolivia), en la residencia andina de la familia. Durante los tres años siguientes, Altmann viajó constantemente entre Suramérica y Europa. El 1 de agosto de 1971, Françoise dio a luz a su segunda hija, Nadine, en el Tirol austriaco, donde aún vive Ute, la hermana de Klaus.

Según Tom Power, uno de los biógrafos de Barbie, fue en ese año 1971 cuando el joven Klaus y su hermana Ute conocieron la verdadera identidad de su padre. Sin embargo, de ser cierta la impresión del biógrafo, Klaus hijo -que entonces tenía 24 años- no debió sorprenderse demasiado, porque en esas fechas los contactos familiares y los suyos propios con neonazis y fascistas eran muy comunes. Lo que parece confirmado es que Françoise, la esposa de Altmann, tuvo una gran depresión cuando se enteró de la verdadera identidad de su suegro.

Tras el nacimiento de Nadine, los Altmann volvieron a residir en Barcelona. Klaus se matriculó de nuevo en la facultad de Derecho y durante las Navidades viajó a la RFA para solucionar unos asuntos relacionados con la compañía creada en La Paz por su padre, Transmarítima Boliviana, dedicada al tráfico internacional de armas, entre otros negocios. El 20 de enero de 1972, Klaus Altmann, representante de la compañía en Europa, se encontraba en Hamburgo, donde estaba radicada la sede continental de Transmarítima. Aquel día le fue expedido su nuevo pasaporte en el consulado boliviano de la ciudad hanseática. El número de este documento era el 118-72.

Inscripción consular

En 1972, el matrimonio Altmann, por primera vez desde su llegada a España, se inscribió formalmente en el registro del Consulado General de Bolivia en Barcelona. La firma figura en el libro de inscripciones el 20 de noviembre de 1972. Altmann, que entonces tenía 24 años, aportó el pasaporte boliviano que le había sido expedido en Hamburgo. Su esposa, Françoise Crozier de Altmann, francesa de nacimiento pero boliviana por matrimonio, se registró con un pasaporte de este ultimo país expedido el 10 de enero de 1969 en Cochabamba. En aquel momento, Françoise tenía 25 años.

Al parecer, los negocios de la Transmarítima Boliviana habían dejado de funcionar bien y no rendían económicamente, por lo que entre 1972 y 1974 Altmann consiguió en Barcelona trabajo en una editorial. Como insistía en continuar los estudios, se matriculó como estudiante libre para asistir a las clases nocturnas del cuarto curso de Derecho.

Su trabajo en la editorial Artfi, SA, Ediciones, su principal fuente de ingresos en esa etapa, le ocupaba todo el día, según se desprende de un certificado de la propia empresa firmado el 2 de octubre de 1974 por José Farell Casas, uno de los propietarios.

Pese a sus numerosos viajes, su trabajo y su familia, el interés de Altmann por la carrera de Derecho continuaba y su nombre aparece nuevamente en la matrícula de cuarto curso en 1977-78, cuatro años después.

El 18 de abril de 1977, los Altmann inscribieron a sus hijas en el consulado boliviano en Barcelona. En las actas consulares, junto a las fotografías de las muchachas, aparecen sus nombres: Nancy Corina, de 8 años, y Nadine, de 6. El domicilio de la familia Altmann en aquel momento continuaba estando en Castelldefels, en la misma calle y a tan sólo tres números de distancia de la residencia del hijo de Barbie a su llegada a España.

"Los Altmann vivieron aquí, en esta misma casa, durante mucho tiempo; antes habían vivido al lado, pero aparecían y desaparecían constantemente ya que él viajaba mucho", comentó a este diario un familiar del propietario de los chalés alquilados por Altmann durante sus años barceloneses. El informante se apresuró a decir que "el señor Altmann murió hace tiempo y a ella, la esposa de Klaus, no la hemos vuelto a ver".

La pista del hijo de Barbie en Barcelona se desvaneció en 1978, poco después de que su esposa diera a luz a su primer hijo varón, del que apenas se conocen datos.

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