Las claves de la Maestranza
Con frecuencia, se suele invocar la peculiaridad del público de la Maestranza respecto al de otras, plazas de toros. Es cierta esa peculiaridad, pero ello no constituye, elemento diferencia¡ por si solo, ya que cada público tiene, obviámente, su idiosincrasia. Creo, por tanto que al margen de singularidades antropológícas, existen entorno ' al público sevillano determinadas influencias, externas, que, sin duda, condicionan su comportámiénto.A través de los efectos habrá que buscar las causas. Se ha dicho que es un. público muy sensible al arte del toreo, mucho más -que al arroío, e incluso a la técnica. ¿Cuál es el entorno y el ambiente que ejercen esa influencia en el público de la Maestranza? Todo lo que rodea al espectador de la Maestranza influye decisivamente en esa predilección.
Si para llegar a la plaza en lugar de ir en el metro vas dando un paseo a la orilla del Guadalquivir o, como bastantes privilegiados, llegas a la plaza en coche de caballos, es evidente que el estado de ánimo de uno y otro espectador será muy diferente.
Si levantas la vista, y en lugar de encontrarte con un bloque de viviendas adviertes cómo se dibuja en el ciclo el airoso perfil de la Giralda,-es evidente que la disposición de ánimo del espectador para -apreciar el arte ha de ser diferente. Podríamos seguir poniendo ejemplos -respecto a aspectos externos que ínfluyen en la conducta del público.
Conducta que se m ' anifies
ta en una forma distinta de ex
presar su'opinión. Son,dife
rentes los, olés, influídos éstos,
sin duda, por las pectiliarida
des del lenguaje. Son mucho.
más sólidos y prolongados los
silencios, que,Ino siempre son
de expectación, sino a veces
de censura. Durísima censura
la del silencio a los toreros, ya
que implica desapasionamien
to, que es lo último que le pue
de ocurrir a un artista. De
otra parte, las expresiones de'
censura suelen ser más cor
teses.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.