Kadumi defiende el mantenimiento de los "contactos" de la OLP con Egipto
ENVIADA ESPECIAL, Faruk Kadami, jefe del buró político de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) defendió ayer ante el Consejo Nacional Palestino (CNP), reunido en Argel, "el mantenimiento de contactos con Egipto". Kadami, que presentaba el informe político del Consejo Ejecutivo de la OLP, añadió, no obstante, que el Gobierno de El Cairo debe "denunciar los acuerdos de Camp David".
Resulta significativo que Kadumi empleara la palabra "contactos" y no "relaciones", ya que estos pequeños matices revelan la lucha dialéctica que está suponiendo la redacción de este apartado a gusto de los distintos grupos que asisten a la 18º reunión del CNP, los más radicales de los cuales exigen la ruptura con Egipto.El responsable de las relaciones exteriores de la OLP, en un discurso de más de una hora de duración, pasó revista a la situación política de esta organización en el mundo y especialmente en los países árabes. Tras realizar una valoración positiva de la evolución de la situación desde 1983 hasta hoy, Kadumi -conocido familiarmente como Abu Luft- analizó los principales problemas con los que se encuentra la OLP. Puso de relieve las dificultades por las que atraviesan sus relaciones con Siria, a la que acusó de haber fomentado las diferencias interpalestinas y de pretender "conquistar (su) independencia de decisión". Insistió, no obstante, en que a pesar de todo se había logrado la unidad palestina y concluyó expresando el deseo y la voluntad de la OLP de que se "reestablezcan las relaciones fraternales con los hermanos sirios".
"Hasta ahora, la OLP ha estado dividida y esto nos ha acarreado una mala imagen internacional", manifestó Kadumi, para quien "la guerra de los campamentos ha demostrado que las diferencias entre los palestinos han quedado superadas".
Dos puntos quedan pendientes de un acuerdo definitivo para que de este Consejo Nacional Palestino salga efectivamente esa unidad: las relaciones con Egipto y la fórmula para una dirección colegiada. No obstante ninguno de los dos puntos fueron considerados definitivos por el portavoz de la OLP, Ahmed Abderraman, en una rueda de prensa posterior a la intervención de Kadumi.
Respecto al primer punto, en las últimas horas se han intensificado las negociaciones entre bastidores y existe una verdadera lucha de matices en el comité de redacción. Fuentes de Al Fatah han manifestado a EL PAÍS que si no se llegara a un acuerdo antes de la clausura del Consejo se evitaría someter a votación este asunto y se enviaría a un comité especial. No obstante el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), partidario de la ruptura, ha informado que, en la madrugada del miércoles, su líder, George Habache, amenazó con abandonar el Consejo si en el acuerdo final no se respetan las bases que les indujeron a acudir a la sesión de unidad, como se denomina. aquí a esta reunión.
En cuanto a la dirección colegiada, los grupos hasta ahora disidentes proponen la creación de un secretariado permanente de cinco miembros por encima del propio Comité Ejecutivo, lo que en la práctica equivaldría a una dirección colegiada. Al Fatah, el grupo mayoritario en la OLP, no está de acuerdo con el nivel de competencias que se pretende atribuir a, dicho comité, según manifestó a EL PAÍS Abas Zaki, responsable de relaciones internacionales de dicho grupo. Zaki, partidario de un poder fuerte, precisó, no obstante, que el diálogo sigue abierto y que ellos no se oponen al trabajo conjunto, pero que consideran que existen otras fórmulas. En el fondo, subyace el temor a que se produzca un recorte en el poder de su líder, Yasir Arafat.
La sesión del Consejo de ayer comenzó a las 10.30 (11.30, hora peninsular española) con la presentación de un breve informe valorativo de su presidente, Abdel Hamid Sayeh, hecho que provocó una curiosa polémica entre él y Arafat. Concluída la intervención de Kadumi, el líder de la OLP tomó la palabra y en tono amistoso reprendió a Sayeh por haber cometido "el error de presentar su informe al Consejo en una sesión a puerta abierta".
Arafat, que no estaba en la sala cuando habló Sayeh, aseguró que dicha intervención iba contra el reglamento, según el cual el informe del presidente del Consejo debe someterse al pleno a puerta cerrada. Sayeh, un notable religioso suní de más de 70 años, replicó que había obtenido el permiso previo del Comité de Justicia. Ambos dirigentes se enzarzaron en una animada discusión formal que arrancó los aplausos y las risas de los asistentes en más de una ocasión. Finalmente, Arafat, en tono conciliador, propuso someter el asunto al Comité de Justicia y Sayeh aceptó el arbitraje.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- OLP
- Consejo nacional palestino
- Territorios palestinos
- Conferencias internacionales
- Política exterior
- Egipto
- Conflicto árabe-israelí
- Oriente próximo
- Geopolítica
- Asia
- Relaciones internacionales
- Gobierno
- Organizaciones internacionales
- Administración Estado
- Conflictos
- Relaciones exteriores
- Administración pública
- Política