Caso de ambulatorio
Desde hace mucho tiempo no había recurrido a la Seguridad Social; pero ante mis dolores de espalda, y respaldada por misprincipios de defensora a ultranza de la sanidad pública, decidí acudir al ambulatorio.El pasado día 23 de marzo, a las tres de la tarde, hice una hora de cola en una sala de espera bastante abarrotada, donde muchos pacientes, precisamente con reumas, lumbagos, etcétera, tienen que esperar en pie, porque no hay sillas para todos. El médico hablaba con otro señor sobre la posibilidad de que les tocara la primitiva, mientras que con la mano me instaba a que contara mi caso. Por fin me mandó hacerme radiografias y análisis.
El mismo día 23, a las 16.30, fui a pedir hora para las placas y el análisis. Me la han dado para el día 2 de abril, a horas muy distintas del día, con lo que tendré que faltar dos veces al trabajo. Ante mi insistencia de que me dolía y eso era mucho esperar, me dijeron: "Sólo son 10 días, ¡qué más quiere!".-
Madrid.
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