El bienestar se reparte en España más desigualmente que la renta y los recursos, según Estadística

El nivel de vida o bienestar económico se reparte en España de forma más desigual que la renta o la dotación y acumulación de recursos, a juzgar por un estudio que acaba deelaborar el Instituto Nacional de Estadística (INE). La provincia mejor situada (Madrid) casi cuadruplica a la peor (Badajoz). Además, la disparidad entre renta y el nivel de vida, conceptos generalmente identificados, llega a multiplicarse por seis, cual es el caso de Tarragona. En las comunidades autónonas, la desigualdad de partida (dotación de recursos o su acumulación) se agranda a la hora de distribuir sus frutos.

El estudio del INE, del que han sido editadas esta un centenar de copias de uso interno bajo el título disparidades económico-sociales de las provincias españolas, es el primero que realiza sobre el particular en España. Ha sido realizado mediante la mezcla de hasta 89 estadísticas que cubren todas las provincias: desde ingresos por persona hasta niveles de estudios, equipamiento de los hogares, producción, disponibilidad y recursos humanos y materiales, etcétera.Los perfiles provinciales y regionales que dibuja el estudio, trazados con la perspectiva que la política regional de la Comunidad Europea (CE) intenta reducir las disparidades, han surgido de una serie de técnicas internacionales (ONU, ME y la propia CE) que diferencian la cantidad y la calidad del crecimiento, los medios y los resultados.

Fenómenos estructurales

En este aspecto, de los datos provinciales del INE, sintetizados en el cuadro adjunto a nivel de comunidades autónomas, se desprende que hay mayores diferencias en el nivel de vida que en el de renta, cuyo desigual reparto territorial ya había sido revelado por informes como el bianual del Banco de Bilbao. Las estadísticas utilizadas se refieren en su mayoría al año 1981 o 1982, aunque los autores del trabajo advierten que principalmente "analizan fenómenos estructurales"

También se desprende de los datos que la dotación de recursos perfila un mapa cuyas desigualdades son engrosadas por la acumulación, la renta y, todavía más, el nivel de vida, cuyas principales diferencias están bastante polarizadas

Así, de las 10 provincias mejor dotadas inicialmente de recursos -el trozo nórdico de mapa formado por Asturias, Cantabria, las tres vascas, Navarra, La Rioja y Zaragoza, a las que se añaden a modo de islas Madrid y Barcelona-, sólo hay tres que no mantienen su liderazgo en la clasificación por nivel de vida: Asturias, Cantabria y La Rioja. A sustituirlas pasan desde el segundo nivel Gerona,Huesca y Valladolid. Al contrario, Huelva, Badajoz, Ciudad Real, Cuenca, Jaén y Almería se mantienen siempre en último lugar, tanto por dotación de recursos como por bienestar.

Las desigualdades provinciales de la renta, medida producción o valor generado, resultan más extremas que respecto al nivel de vida. Pero alagregar por regiones ocurre a inversa y se observa un paralelismo más marcado entre el desarrollo y el nivel de vida que en el resto de las clasificaciones. La concentración de altos niveles de renta y desarrollo en ea las mismas provincias tiene contrapeso en el círculo de su desarrollo, carencia de mediosinvariablemente seis comunidades autónomas: Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía, Galicia, Canarias y Murcia.

Álava produce por habitante un 263% de la media estatal; Tarragona, 194%; Gerona, 2%; Baleares, 147%, y Madrid, 121 %, mientras que Badajoz, registra el 163% menos que media nacional; Granada, el 156% menos; Orense, el 147% Zamora y Cáceres, el 143%. El bienestar económico de Madrid es un 214% superior al de la media estatal, y el de Navarra un 183%, mientras que Badajoz es un 175% inferior, y el de Orense, un 158% menor.

Tales diferencias son mayores que las puntos extremos revelados por algunos de los nu rosos indicadores clásicos, ahora subsumidos en el estudio del INE. Así, el ingreso medio por habitante era de 258.000 pesetas de 1981 en Madrid (260.000 Barcelona) y 128.000 Badajoz. El automóvil era poseído en Gerona por el 68% de los hogares, y en Jaén, por el 34%. Cámara fotográfica tenían en Orense el 14% de los hogares y en Madrid el 50%.