Un tercer paciente de Bellvitge también tiene el virus

., El tercer enfermo de la residencia de la Seguridad Social de Bellvitge que recibió una transfusión - de sangre con anticuerpos del SIDA ha recibido también el virus, según ha confirmado el Departamento de Sanidad y Seguridad Social, Los primeros análisis efectuados han dado un resultado repetidamente positivo, por lo que se considera que el enfermo, igual que los otros dos pacientes que recibieron sangre contaminada, es portador de la enfermedad, puede contagiarla y, en el futuro, padecerla.

Este enfermo fue intervenido quirúrgicamente en la residencia de Bellvitge pero reside fuera de Cataluña, por lo que las pruebas se le han practicado en su lugar de residencia.

Además, se han practicado análisis a un total de 146 pacientes de los 336 que recibieron sangre incontrolada, por no quedar ningún resto que pudiera ser analizado. Hasta ahora, todos ellos han resultado negativos. Así pues, de momento, son tres los enfermos que ha recibido el virus del SIDA por transfusión durante los 4 meses en que el hospital de Bellvitge incumplió la normativa que obligaba a todos los bancos de sangre de Cataluña a efectuar la prueba de anticuerpos del virus. El cuarto paciente que con seguridad recibió sangre contaminada falleció hace un mes y medio a causa de la enfermedad que padecía.

El banco de sangre de Bellvitge se encuentra prácticamente colapsado a causa de los pacientes que solicitan voluntariamente someterse a la prueba de anticuerpos del SIDA.

Durante los seis meses anteriores a la publicación del decreto, el 22 de octubre pasado, los laboratorios Grifols, que compran los excedentes de plasma del banco, detectaron cuatro partidas contaminadas.

El juez Juan Miguel Jiménez de Parga tomó declaración ayer, durante casi seis horas, a tres directivos de la residencia de Bellvitge. Se trata del ex director médico del centro, Josep Maria Capdevila; el ex gerente Fortunato Frías, y la responsable del banco de sangre, Carme Ferrán, a quienes se acusa de dos presuntos delitos contra la salud, supuestamente cometidos al hacer transfusiones de sangre que contenían anticuerpos del SIDA.