Estados Unidos presenta a los aliados atlánticos su proyecto de acuerdo con la URSS sobre euromisiles
Estados Unidos expuso ayer su proyecto de acuerdo con la URSS sobre euromisiles a sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y éstos a su vez se mostraron satisfechos y prudentemente optimistas sobre la posibilidad de suprimir estos misiles nucleares de alcance medio (INF) del continuente europeo, según informaron fuentes diplomáticas presentes en la reunión. El borrador presentado por los norteamericanos es completo, según estas fuentes, que pidieron permanecer en el anonimato, pero no incluye a los cohetes de corto alcance que la URSS ha desplegado en Alemania del Este y Checoslovaquia ni tampoco entra en detalles sobre las necesarias medidas de verificación.
Después de haber celebrado el miércoles, en Ginebra, una ron da de conversaciones con lo soviéticos, los tres principales negociadores de Estados Unidos -Max Kampelman, Maynard Glitman y Ronald Lehman- se reunieron ayer en Bruselas con los embajadores aliados ante la OTAN e inmediatamente después emprendieron viaje a Washington, donde informarán al presidente Ronald Reagan.El encuentro de Ginebra, en el que los estadounidenses so metieron su proyecto de acuerdo a sus interlocutores soviéticos, cobró especial interés después de que, la semana pasada Mijail Gorbachov cambiase públicamente su postura y aceptara discutir la eliminación de los euromisiles en el Viejo Continente sin vincularla a la paralización de la Iniciativa de Defensa Estratégica norteamericana (SDI), conocida como guerra de las galaxias.
El texto propuesto por Glitman, -jefe de la delegación de EE UU que negocia sobre los euromisiles-, prevé el desmantelamiento en el plazo de cinco años de todos los cohetes norteamericanos de crucero y Pershing 2 desplegados en Europa, así como de los soviéticos SS-20 instalados en el Viejo Continente, y limitar a 100 por superpotencia el número ojivas de cohetes desplegados en otras zonas.
Un compromiso equilibrado
Este borrador, que estaba ya listo cuando Gorbachov efectuó su proposición y que fue elaborado en estrecha colaboración con los socios de la Alianza Atlántica, no engloba los misiles d e corto alcance SS-21, SS23- y, sobre todo, el peligroso SS-22; pero la delegación de Estados Unidos en Ginebra hizo hincapié en que un compromiso sobre euromisiles no puede ser concebido sin un equilibrio a este otro nivel.No está descartado que estas armas ofensivas, en las que el Pacto de Varsovia posee una superioridad de nueve a uno frente a la OTAN, sean incorporadas al acuerdo general sobre euromisiles, sin que ello signifique que vayan a ser también eliminadas. Su no inclusión en el proyecto redactado por Glitman se explica en parte por las dificultades que Washington tiene todavía para interpretar la nueva postura de Moscú sobre esta cuestión, que tanto preocupa a los países en primera línea de la OTAN, empezando por la República Federal de Alemania.
Gorbachov se declaró dispuesto, tras la firma de un tratado sobre las fuerzas nucleares de alcance medio (INF), conocidas popularmente como euromisiles, a iniciar negociaciones sobre las de corto alcance. Pero los norteamericanos no tienen aún claro si el líder soviético se refería a todos las armas de esas características o sólo a una parte.
A pesar de la sesión negociadora de anteayer, los estadounidenses tienen también dudas sobre hasta qué punto la URSS ha renunciado o simplemente aplazado al establecimiento de una vinculación entre el acuerdo sobre los INF y la SDI. "No está del todo comprobado que se ha olvidado para siempre del nexo", añadieron las mencionadas fuentes.
Los aliados europeos dieron en general una buena acogida al texto y a las explicaciones proporcionadas por Max Kampelman y sus colaboradores, pero todos expresaron, no obstante, el temor a que el desmantelamiento de los euromisiles incremente la vulnerabilidad de Europa frente a un Pacto de Varsovia muy superior en armas convencionales y químicas.
Francia fue el país que más insistió en este tema, pero todos opinaron que merecía la pena adentrarse con prudencia por la vía de la negociación que el Kremlin parecía realmente desear. Sin embargo, más de uno se preguntó ayer y en ocasiones anteriores por qué Gorbachov no había aprovechado la cumbre de Reikiavik o más recientemente el Foro de la Paz celebrado en Moscú, para anunciar con más resonancia su aceptación de un acuerdo separado sobre euromisiles.
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