Los vecinos de un pueblo de Sevilla se movilizan contra una película
Los habitantes de Paradas, en contra de la exhibición del filme que relata el crimen de 'Los Galindos'
Los vecinos de Paradas (pueblo de la provincia de Sevilla de unos 7.000 habitantes) acuden en cuentagotas a Sevilla desde el viernes pasado para ver la película Los invitados. Algunos ni siquiera confiesan el motivo real de sus recientes visitas a la capital. Los que han visto la película dicen que es "una porquería", y los que no, se fían de los improvisados críticos y aseguran que no piensan verla. La película, inspirada en la novela de Alfonso Grosso del mismo título, trata sobre el quíntuple homicidio acaecido en el cortijo Los Galindos en el verano de 1975.
Ni el desparpajo de Lola Flores, sin duda lo mejor del reparto, satisface a los paradeños. "La capataza, a pesar de su condición humilde, era elegante y muy educada, porque se había criado por ahí con los señores". Algunos no dudan: tan elegante y educada era que "ya quisiera la Flores".El malestar de los vecinos no se debe tanto a que se vuelva sobre el tema del crimen, cuyas inconclusas investigaciones mantienen aún abierto el sumario 12 años después de ocurridos los hechos, como a que "degrada moralmente a la familia González y presenta una versión absurda de lo ocurrido". Los paradeños se han acostumbrado a "los inevitables seriales de cada aniversario" por parte de la Prensa, pero no están dispuestos a tolerar la película.
Manuela González Jiménez, hermana del tractorista muerto en el quíntuple homicidio, llegó a Sevilla el viernes, día del estreno de la película, y después de verla se fue al juzgado de guardia y la denunció por injurias y calumnias. "Mire usted si me puso mala la película, que a uno que había a mi lado y que se reía cada vez que salía él le dije: 'No te rías tanto, que te vas a mear". A lo que el espectador le contestó: "No, si me río del tonto". El tonto, según los del pueblo, encarna a Pepe, el tractorista hermano de Manuela y al que el guionista presenta como bobo y con una novia que se la pega con el capataz.
Los vecinos están de acuerdo con Manuela en que "no está bien reírse de los muertos"; "y menos", apunta alguien, "si lo que se cuenta es mentira, que bien honrados y trabajadores que eran todos, los pobres". Fue así que, tras la indignación de Manuela, su hermano Francisco se dirigió al alcalde de Paradas, el socialista Alfonso Muñoz-Repiso, para pedirle que "concretara" el apoyo del pueblo para repudiar la película.
La corporación municipal, con concejales socialistas, comunistas y populares, aprobó por unanimidad la convocatoria de un pleno extraordinario para tratar sobre el apoyo a la familia González y el deseo del pueblo de que la película deje de ser exhibida.
Los vecinos de Paradas respondieron a la iniciativa de su gobierno municipal con una manifestación, "la mayor de la historia de este pueblo", que recorrió en silencio las calles de Paradas tras una pancarta que rezaba "Los paradeños no se venden", en clara alusión a uno de los reclamos publicitarios de la película, que sentencia, una vez más en la historia del cine, que todo el mundo tiene un precio.
El alcalde argumenta el apoyo masivo a la familia diciendo que, aun siendo gente humilde, lo único que pide es la retirada de la película. "De haber pedido dinero, por cualquier concepto, el Ayuntamiento no hubiera entrado". Pero lo que más le fastidia al alcalde es la subvención del Ministerio de Cultura para realizar el filme. "Arreglados estamos si esto es el nuevo cine andaluz".
Hipótesis literaria
Víctor Barrera, director de la película, asegura no entender nada, porque "lo que yo he hecho no es el crimen de Los Galindos, sino una obra de creación inspirada en una hipótesis literaria". Esta versión no va a ser aceptada por la familia, cuyo abogado, casi con toda certeza, argumentará su acusación con el hecho de que los espectadores ven en la película los hechos de Los Galindos y reconocen en los personajes a los cinco fallecidos.Y esto porque, en la película, dos nombres de los personajes no son los reales, el cortijo se sitúa muy cerca de Carmona, y no en Paradas, y los últimos títulos que dan paso a la acción advierten que nada de lo que sigue es real. En cuanto a que el móvil del crimen hubiera sido una plantación de marihuana, es apuntada por todos como ficción absoluta.
Mientras tanto, en espera de si el juez retira la película, Los invitados es uno de los títulos más taquilleros en Sevilla. "Cuestión de morbo", afirma el alcalde de Paradas.
Babelia
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