_
_
_
_

La información bibliográfica española será accesible en las librerías a través de ordenadores personales

La información bibliográfica española será accesible a través de ordenadores personales instalados en las librerías, distribuidores, editoriales u otras entidades o particulares que lo deseen, si prospera el proyecto elaborado por los sectores relacionados con el libro. El proyecto prevé que la información bibliográfica sea distribuida a los interesados en formato de CD-Rom (discos compactos sólo para lectura), cuyos contenidos serán actualizados cada tres meses.

Más información
Evitar gestos inútiles

La Federación de Gremios de Editores de España tiene, desde hace tiempo, una sección dedicada a estudiar las nuevas aplicaciones tecnológicas en el sector del libro, a cuyo frente se halla un editor especializado en temas científicos y tecnológicos: Josep Maria Boixareu. Esta sección, que ya ha elaborado sendos informes y prospectivas presentados en los últimos salones del libro, celebrados en Barcelona (1986) y Madrid (1985), estudia ahora la realización de un plan tecnológico en un doble frente: por un lado, la renovación tecnológica del sector, desde la elaboración de fotolitos a la impresión o la encuadernación; por otro, una mejora en la información bibliográfica, hoy situada en una especie de tierra de nadie que la hace casi inútil.

Últimos volúmenes

La información bibliográfica española funciona a partir de la inscripción de los títulos en el código de ISBN (International Standar Book Number). Hasta hace algo más de un año, dependía del INLE (Instituto Nacional del Libro Español), hoy desaparecido. Ahora nadie parece saber muy bien de quien depende. El caso es que los últimos volúmenes editados corresponden a 1984 y contienen, según. estimaciones optimistas, un 15% de errores. No han sido publicados los de 1985, ni tampoco los de 1986, aunque han salido irregularmente y con retrasos notables separatas más o menos mensuales. El resultado es la imposibilidad de trabajar con una base de datos imprescindible para el buen funcionamiento del sector editorial. Los libreros no pueden saber si un libro existe; y en el caso de estar reflejado en alguno de los volúmenes o separatas existentes, no pueden saber si hay existencias, dada la distancia en el tiempo entre la recopilación de la información y su disponibilidad. Los editores se arriesgan a traducir obras que ya fueron traducidas anteriormente y los distribuidores se encuentran con no menos problemas que los libreros. Los lectores casi ni cuentan ya que la mayoría de la población lectora ignora la existencia de esta información y cuando la conoce su desconfianza está tan justificada que la utilización es infrecuente.Sin embargo, la base de datos existe y actualizarla y ponerla a disposición de los interesados es si no fácil, al menos posible. Ese es el objetivo de la Federación de Gremios de Editores de España. Los pasos podrán empezar a darse a partir de la aprobación de una orden del Ministerio de Cultura, ya redactada como proyecto, que articula la creación de la Agencia Española del ISBN.

Para los editores, el primer pago es disponer de la información bibliográfica actualizada y piensan que un buen sistema sería distribuirla en CD-Rom. Consideran que este sistema presenta ventajas notables ya que, además, permitiría solicitar ayudas para reconversión tecnológica al Ministerio de Industria. Las librerías podrían operar con un ordenador personal, que serviría para la consulta, del disco y también para mecanizar, facilitar y abaratar otras tareas administrativas. Otro tanto puede decirse de la tarea de los distribuidores.

La información del CD-Rom sería actualizada cada tres meses en un nuevo disco, mientras que, con la actual tecnología de impresión, sería posible preparar separatas impresas mensuales en un espacio de tiempo de escasos días. El proyecto podría estar en funcionamiento en un año.

Se trata sólo de un primer paso. En la frontera de los editores está la esperanza de que, no demasiado tarde, la información no se limite a discos de mera lectura, como es el caso del CD-Rom, sino que sea accesible a través de terminales interactivas que puedan ofrecer la información al día y permitir, como ya ocurre en otros países, la tramitación inmediata de pedidos de librero a distribuidor o a editor.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_