Culpable de SIDA
Al cabo de más de un mes de su expulsión, un colegio religioso se niega a readmitir a un niño de tres años culpable, por supuesto, de portar anticuerpos del SIDA. Hasta ahí la noticia. Y ahora algunas de las cuestiones que cualquiera puede plantearse:
1. ¿Cómo es posible que asociaciones tipo Concapa, paladines de la libertad de enseñanza, no hayan puesto el grito en el cielo a estas alturas? Se me ocurre una respuesta posible: a lo mejor es que el derecho a la libre elección de centro sólo lo contemplan esas asociaciones para los niños sanos (aunque no necesariamente arios).
2. Una vez superado el estadio de nasciturus, el nacido tiene derecho a una vida digna. Parece entonces incomprensible que ninguna asociación del tipo pro-derecho-a-la-vida-del-nasciturus haya elevado su voz ante un hecho de este calibre. Puede estar induciendo al aborto una actitud de defensa a ultranza del embrión y, al parecer, de total despreocupación ante el futuro que una sociedad hostil puede deparar al nacido con problemas.
En fin, concedamos a estas benéficas asociaciones el beneficio de la duda: quizá no haya llegado a sus oídos el caso que comentamos.-