La secretaria de North destruyó documentos sobre el 'Irangate'
La secretaria personal del teniente coronel Oliver North, figura clave en el escándalo del Irangate, ha reconocido que destruyó documentos del Consejo Nacional de Seguridad horas antes de que el Ministerio de Justicia decidiese revisar los archivos del ex asesor de ese organismo.La secretaria, Fawn Hall, empleó una hora en destruir material clasificado del Consejo de Seguridad en lo que ella creía que era "una limpieza de rutina", según declaró su abogado, Plato Cacheris.
Cacheris dijo en una entrevista que, aparentemente, North no dio la orden de hacer esa limpieza, pero estaba al corriente de cuáles iban a ser los documentos destruidos, incluidos mensajes cifrados, y no trató de impedirlo. "No se lo ordenó nadie en particular. Ella hizo una limpieza de rutina. Ésta es su versión", dijo el abogado.
Al día siguiente de la limpieza, funcionarios del Departamento de Justicia que trataban de hacer luz en el asunto de la venta de armas a Irán fueron a la oficina del Consejo Nacional de Seguridad en la Casa Blanca y buscaron en los archivos de North y de otros empleados.
Fuentes que conocen este caso dijeron el pasado sábado que estaba claro que el investigador especial en el caso del Irangate y su ramificación, el contragate, Lawrence Walsh, estaba decidido a establecer un cargo de obstrucción de la justicia contra North por este asunto.
Otro misterio
Oliver North aparece también relacionado con el último misterio del Irangate: un gran depósito de armas de fabricación soviética, inutilizadas e inservibles, han aparecido en un almacén en Honduras. Fuentes del Congreso y de la Administración creen que la compra y el envío de esas armas fueron arreglados por Oliver North, aunque no hay evidencias al respecto.
Por su parte, un hondureño conectado con el Ejército y el Gobierno de su país dijo que el envío de esas armas fue organizado por un danés conocido por haber estado ligado anteriormente a North en la venta de armas a la contra nicaragüense.
Un abogado del contacto de Miami que hizo de intermediario para la venta de esas armas, y que las ofreció a la contra por 20 millones de dólares (2.600 millones de pesetas), ha dicho que las armas, entre las que había fusiles de asalto soviéticos kalashnikov, fueron pagados por "intereses extranjeros".
El abogado, Theodore Klein, dijo que inicialmente se había planeado vender las armas al Ejército hondureño, que posteriormente debía transferírselas a la contra. Klein aseguró que North no estuvo relacionado en ningún momento con esa operación.
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