Un cineasta recuperado

Cobra mucho sentido, programada en el marco del ambicioso ciclo sobre las vanguardias, la primera proyección publica en versiones subtituladas al castellano, de Hamlet y Sueño de una noche de verano, los dos largometrajes de Celestino Coronado.Iniciado este joven cineasta extremeño en Londres y asociado largo tiempo como codirector y eventual actor a la compañía teatral de Lindsay Keinp (con la que hizo su primer filme de mediometraje, El circo de Lindsay Kemp), fue a partir de Hamlet que su carrera cinematográfica en el Reino Unido despegó, llegando a tener allí un reconocimiento típico y una audiencia que se le han regateado en su propio país. El programa doble que se presenta el próximo sábado en la Filmoteca Española tiene la virtud de ofrecer una imagen complementaria del director.

Porque mientras Hamlet, realizada con un presupuesto heroico pero reparto lujoso (en el que destacan la Ofelia de la gran actriz shakesperia,na Helen Mirren y el Polonio del desmelenado escritor Quentin Crisp), es una atrevida y muy hermosa condensación visual del texto clásico, con un protagonista desdoblado que interpretan dos hermanos gemelos, el Sueño de una noche de verano, realizada ya en España, donde Coronado quiere a partir de ahora proseguir su carrera cinematográfica, subraya, en un contexto festivo y musical de gran riqueza iconográfica, los aspectos más narrativos de la obra, dotada aquí -la presencia de Manuela Vargas se deja notar- de originales perfiles hispánicos.