El premio Nobel Severo Ochoa ingresó ayer en la Academia de Medicina a los 81 años
El profesor Severo Ochoa, premio Nobel de Medicina en 1959 y uno de los científicos que hizo posible el descubrimiento de uno de los grandes misterios de la vida, el desciframiento del código genético, ingresó ayer en la Academia de Medicina de Madrid a los 81 años. El discurso de presentación del científico, uno de los padres de la bioquímica moderna, corrió a cargo de Pedro Laín Entralgo, quien analizó los 60 años de la carrera profesional de Ochoa, desde que en 1928 publicara el primero de sus 300 artículos.
El acto fue presidido por los reyes don Juan Carlos y doña Sofia, y entre los asistentes se encontraban algunos de sus alumnos, como Alberto Sols, Antonio García Bellido, Eladio Viñuela, Federico Mayor Zaragoza y García Olmedo, entre otros.Severo Ochoa, que regresó definitivamente a España hace poco más de un año, agradeció la presencia de los Reyes y se refirió a sus investigaciones realizadas en los años sesenta, ya que, aseguró, "las que realizo en la actualidad carecen de brillantez".
En este sentido, Ochoa analizó, apoyándose en una serie de diapositivas, los descubrimientos que le llevaron al desciframiento del código genético. El científico éspañol explicó cómo había sido posible descubrirlo a través de una enzima y los pasos que se dieron para descubrirla.
Severo Ochoa nació en Luarca, Asturias, en 1905; se doctoró en la universidad de Madrid en 1929 y amplió sus estudios en Berlín y Heidelberg con Otto Meyrhof, y en Londres, con Harold W. Dudley. En Madrid fue profesor auxiliar de Fisiología en la cátedra de Juan Negrín, y en 1936 regresó a Heidelberg, primero, y luego a Inglaterra, donde trabajó con Rudolph A. Peters.
En 1941 se trasladó a la Washington University, de la ciudad estadounidense de San Luis. De allí pasó a la Escuela de Medicina de Nueva YorK, donde llegó a ser director del departamento de Farmacología desde 1954. En 1959 obtuvo el Premio Nobel de Medicina junto a su discípulo Arthur Kornberg.
A continuación reproducimos una versión resumida del discurso de Laín Entralgo.
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