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DESPLIEGUE DE EEUU EN EL MEDITERRÁNEO Y EN EL GOLFO

Un grupo shií amenaza con matar a estadounidenses secuestrados en Líbano

Francisco G. Basterra

Estados. Unidos se está preparando para una acción militar en Líbano si alguno de los norteamericanos en manos de extremistas islámicos es asesinado, dijeron fuentes de la Administración de Ronald Reagan citadas ayer por The Wall Street Journal. Un desconocido grupo autodenominado Yihad Islámica para la Liberación de Palestina amenazó ayer con matar a los tres profesores estadounidenses que secuestró el sábado en Beirut si EE UU y sus aliados toman represalias militares en Líbano.

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El Pentágono está concentrando en el Mediterráneo a dos grupos aeronavales, con dos portaviones, el Nimitz y el Kennedy, que ayer se encontraba anclado en Málaga, y tres buques de apoyo con 1.500 marines. Al mismo tiempo, EE UU ha reforzado su presencia naval en el golfo Pérsico, alarmado ante los avances iraníes en la guerra contra Irak.Otros cinco barcos, con 1.500 marines más a bordo, navegan hacia el Mediterráneo. El Pentágono anunció ayer que un avión Skyhawk, de reconocimiento electrónico, con base en Rota, se estrelló el domingo por la noche cuando trataba de aterrizar en el Nimitz, y perecieron sus siete tripulantes. La Unión Soviética consideró ayer "desproporcionado" el despliegue naval norteamericano en Oriente Próximo. La Administración de Reagan, que acaba de acusar a Moscú de apoyar el terrorismo internacional, está revisando su política en el Mediterráneo y en el golfo Pérsico tras la oleada de secuestros en Beirut, los éxitos militares iraníes en la guerra del Golfo, y la cumbre islámica de Kuwait.

Se trata de estar preparados por si es necesaria una represalia militar, admiten medios gubernamentales. El movimiento de los barcos fue descrito por la Casa Blanca como una medida preparatoria de prudencia ante cualquier eventualidad, incluida una evacuación de los 1.500 ciudadanos norteamericanos que aún permanecen en Líbano. Washington ha ordenado a sus ciudadanos que abandonen dicho país en el plazo de un mes y ha invalidado los pasaportes para viajar a Líbano, porque la "caótica situación" impide a Washington proteger a sus ciudadanos.

Reagan y sus principales asesores no han decidido nada definitivo, pero el grupo interministerial antiterrorista se ha reunido varias veces esta semana para considerar opciones militares.

"No se ha adoptado ninguna decisión drástica o apresurada, pero nuestra paciencia se está acabando. Hemos intentado todo tipo de métodos para tratar con esa gente [los terroristas], incluyendo la acción internacional, pero nada ha funcionado", afirmó ayer un alto funcionario. Los movimientos navales pueden ser, sin embargo, sólo un gesto político para reafirmar antes sus aliados que EE UU no está paralizado por el escándalo iraní.

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Dudas del Pentágono

Ronald Reagan necesita reafirmar la credibilidad de su política antiterrorista, destrozada por la venta de armas a Jomeini a cambio de rehenes. Los demócratas han anunciado ya que apoyarían represalias militares si los terroristas matan a algún norteamericano. Pero el Pentágono aún duda sobre la utilización de la fuerza, y fuentes de la Administración reconocen que un ataque del tipo efectuado contra Libia el pasado abril conlleva altos riesgos políticos y militares.Fuentes del espionaje citaron los cuarteles Sheik Abdullah, en el valle de la Bekaa, utilizados por guardianes revolucionarios iraníes y miembros del grupo Hezbolla, y una prisión en la parte oeste de Beirut, como eventuales objetivos para la aviación, norteamericana.

Aumenta el consenso en el seno del Gobierno sobre que EE UU tiene que responder con la fuerza inmediatamente en el caso de que uno de los rehenes sea ejecutado. "Éste es el único lenguaje que entienden", dijo una fuente de la Administración. "Han humillado a EE UU, Francia e Italia, y la RFA está vacilando [ayer envió a negociadores a Teherán para lograr la liberación de. dos alemanes occidentales secuestrados en Beirut]. Creo que han perdido el contacto con la realidad y piensan que no hay límites a su poder".

Los secuestradores de los profesores estadounidenses, un grupo que parece que une a elementos shiíes islámicos, con una vinculación palestina, hicieron pública ayer una foto de un rehén, Robert Polhill, casi llorando y con dos fusiles ametralladores apuntándole a la cabeza. Los secuestradores aseguran que se está preparando un ataque militar contra Líbano y que los embajadores occidentales se han reunido en Beirut para discutirlo.

Reagan también ha enviado cinco buques de guerra al golfo Pérsico, que serán apoyados dentro de unos días por el portaviones Kitty Hawk, que se, encuentra actualmente en aguas próximas a Filipinas. Washington trata de demostrar el apoyo a sus aliados árabes moderados de la región ante el avance iraní en su guerra contra Irak. El Departamento de Estado ha advertido a Teherán que el avance iraní sobre Basora, si se extiende, será considerado como "una importante amenaza a los intereses estratégicos norteamericanos". Los embajadores de Washington en la región han entregado mensajes a los líderes árabes del Golfo asegurándoles su compromiso de defenderles contra cualquier amenaza iraní.

La imagen de la Administración continúa siendo dañada diariamente por Irangate. La foto de la Biblia firmada por Ronald Reagan y entregada por McFarlane y North en su viaje de mayo de 1986 a Teherán, presentada a los periodistas por el presidente del Parlamento iraní, Hashemni Rafsayani., fue ayer primera página en la Prensa norteamericana.

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