Hermetismo en torno a las gestiones del 'grupo de los diez' en Centroamérica

El llamado grupo de los diez, integrado por los cancilleres de los países de Contadora (México, Colombia, Venezuela y Panamá), del Grupo de Apoyo (Argentina, Brasil, Perú y Uruguay) y los secretarios generales de la ONU y de la Organización de Estados Americanos (OEA), no esperaba resultados espectaculares cuando, en la madrugada del martes, concluyó en Guatemala el primer día de su periplo por cinco países del istmo en busca de la paz para Centroamérica. En dos días, los diez recorrieron todos los países de la zona. La gira, rodeada de un total hermetismo, se inició el lunes en Costa Rica, y estaba previsto que concluyese anoche (madrugada en España) en México.

Hasta la llegada a México, el secreto que ha rodeado las gestiones de los diez ha sido casi total. Cancilleres y secretarios generales de la ONU y la OEA se han limitado a declaraciones triviales sobre la importancia de la paz para la región centroamericana y a la buena disposición de sus interlocutores, los Gobiernos de Centroamérica.Fuentes de la delegación mexicana se mostraban esperanzadas tras el paso del ecuador del viaje en Guatemala porque se había podido comprobar una disposición para reanudar las gestiones de Contadora, que habían quedado empantanadas durante medio año. Se considero también positiva la postura de Costa Rica, opuesta a las fuerzas antisandinistas de la contra. También se apreciaron matices positivos en la propuesta nicaragüense, para conseguir la paz en Centroamérica.

Al margen de optimismos más o menos tácticos, la impresión que produce el viaje es que las posiciones de las partes enfrentadas en Centroamérica no se han movido.

Costa Rica insiste una y otra vez en que el problema reside en la falta de democracia interna en Nicaragua. Las declaraciones del presidente de Costa Rica, el socialdemócrata Óscar Arias, fueron muy contundentes. Dijo que la única responsable de que no haya paz en Centroamérica es Nicaragua". En sentido parecido se expresó el presidente hondureño, José Azcona, en una carta dirigida a los presidentes de los ocho países que integran los grupos de Contadora y de Apoyo y en la que condiciona toda futura negociación a que Nicaragua retire las denuncias presentadas ante el Tribupal de La Haya.

Fuentes del grupo de los diez consideran, sin embargo, que en la posición de Costa Rica existe una mayor flexibilidad, y señalan que Costa Rica aceptaría una democratización de Nicaragua sin necesidad de insistir en la exigencia de un diálogo entre el Gobierno sandinista y la contra.

En la propuesta presentada a los diez por el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, no se advierte ningún elemento nuevo que no haya sido ofrecido por Managua a lo largo de los últimos meses.

Frente a las posiciones enfrentadas de Nicaragua con sus vecinos (Honduras y Costa Rica) más El Salvador, Guatemala insiste en su doctrina de "neutralidad activa". El presidente de este país, el democristiano Vinicio Cerezo se lamentó el presidente de la escasa ayuda de EE UU a su país, lo que, dijo, puede interpretarse como una forma de presión.

Tras su llegada a México, prevista para la noche del martes (madrugada del miércoles en España), estaba prevista una reunión de los diez para evaluar el viaje y dar a conocer los resultados obtenidos.