Los gemelos
En EL PAÍS del pasado día 17 de diciembre viene un artículo, firmado por Daniel Goleman, sobre el tema Personalidad y herencia, donde, sin entrar en la polémica del estudio que se está realizando en la universidad de Minnesota, puede concluirse sin lugar a dudas afirmaciones como que "la genética, influye más sobre el carácter de los gemelos que la educación", aseveración que podría cuestionarse con otros trabajos realizados sobre dicho asunto, siendo tal vez mucho más verosimil la hipótesis de que el comportamiento en general es resultado de una interacción entre genes y medio natural; es decir, sin inclinarnos decididamente ni por lo innato ni por lo adquirido.Pero lo que verdaderamente llama la atención es que en un dibujo firmado por R. Aznar se afirma que los gemelos homocigóticos comparten en el útero corion y placenta, cuando hoy día la embriología de la especie humana ha sido ampliamente investigada y se sabe que los gemelos idénticos, homocigóticos o monocigótícos (Mz), pues de todas esas formas pueden llamarse, no siempre tienen un corion común, sino que un 30% de casos aproximadamente se presentan con amnios y corion separados, cuando la primera mitosis se produce antes de la implantación en el útero en los cinco primeros días después de la fecundación. Por el contrario, un 70% de estos gemelos es resultado de una escisión del cigoto una vez realizada la implantación, sí compartiendo en este caso el corion; pero aun así, si la escisión tuvo lugar entre el quinto y el décimo día después de la fecundación, tendrán dos amnios diferentes, y si la escisión se produce después del décimo día es cuando lo compartirán todo: amnios y corion, sólo un 4%. Y si la escisión fuese más posterior es cuando pueden surgir los siameses.
Resumiendo -y con arreglo a las publicaciones, entre otros muchos, de Bulmer (1970), Winchester (1977), Corney (1978), Palafox (1980), etcétera-, los gemelos homocigóticos no sólo no tienen por qué ser siempre monocoriónicos, sino que pueden ser dicoriónicos diamnióticos-separados o diamniéticos-fusionados, e incluso los monocoríónicos pueden ser asimismo monoamnióticos o diamnióticos, aunque bien es verdad que en este último detalle ni entra ni sale R. Aznar.
Creyendo que puede servir de aclaración, y para evitar la confusión que hubiera podido crearse, es por lo que le remito esta carta, por si tiene a bien publicarla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.