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"Las drogas han supuesto el gran fracaso de la psiquiatría", según Luis García

Luis García, director del curso sobre hipnosis que desde el próximo enero impartirá la facultad de Psicología de Somosaguas de la universidad Complutense de Madrid, anima que Ias drogas han supuesto el gran fracaso de la psiquiatría". Como alternativa, la hipnosis se revela cada vez con más firmeza como una terapia válida para combatir las drogodependencias, técnica que se practica en países como la Unión Soviética, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido."Las drogas han supuesto el gran fracaso de la psiquiatría", señala Luis García, "y los psicofármacos han fracasado igualmente. Ahora ha llegado el momento de que los psicólogos tomen la bandera de la drogadicción. Este drama se debe plantear desde una óptica distinta a la fisiológica, aunque el gran avance de la hipnosis ha venido desde este campo y lo ha propiciado la psicología soviética".

Luis García ha dedicado parte de su vida a recorrer un largo viaje entre el consciente y el subconsciente a través del mundo, viviendo aventuras y experiencias relacionadas con el mundo de la mente desde un punto de vista científico.

Nacido en León, estudió psicología en Salamanca y en Alemania Occidental, Canadá y la Unión Soviética, y dice que ejerce este oficio por simple afición, algo que nunca hizo con su otra profesión, la de veterinario.

"Sistemáticamente, la medicina tradicional ha venido marginando a los médicos que utilizaban la hipnosis como terapia", asegura García, "lo cual ha pesado mucho en la historia de la medicina y la psiquiatría. Pero desde hace unos 10 años esto ha cambiado, sobre todo en países como Estados Unidos y la Unión Soviética, en los que ya no se considera esta materia como una parte de la parapsicología, sino como una ciencia más dentro de la psicología".

En su opinión, el tratamiento orgánico en casos de drogodependientes es normalmente patológico, no se ocupa de la persona; en cambio, el tratamiento hipnótico supone una verdadera dedicación al individuo, "porque llega a su espíritu, y aquél puede contar desde su subconsciente cuáles fueron las razones que le llevaron al mundo de la droga".

Quiebra psicológica

"En el drogadicto hay una quiebra psicológica", prosigue Luis García. "Los drogadictos permanecen generalmente en la drogadicción por miedo al mono, no por buscar el placer".Para Luis García, es fundamental invitar al drogadicto a reconocer su realidad, hacerle ver que tiene posibilidades de salir de ella y que, además, es capaz de hacerlo, sin engaños. "Por otra parte, todo drogadicto se considera un esclavo, luego hay que enviarle un mensaje de libertad".

"A raíz de aquí puede acceder a la felicidad, porque el subconsciente se entrega y hace reaccionar a los mecanismos íntimos del individuo. En realidad no hay órdenes hipnóticas, es una invitación que se genera desde el propio individuo drogadicto. Éstas son algunas de las claves para dejar la droga a través de la hipnosis".

En el caso del tabaco, los pacientes encuentran más facilidades para dejar de fumar y en muy poco tiempo, según Luis García. "Hasta ahora con la hipnosis se han obtenido resultados sorprendentes en la cura de enfermedades psicosomáticas, como el tartamudeo, la úlcera de estómago, el herpes".

Las técnicas de la hipnosis se emplean ya en países como Estados Unidos, Unión Soviética, Francia y el Reino Unido de forma experimental, si bien en estos dos últimos países las terapias mediante hipnosis forman parte incluso de la Seguridad Social.

En enfermedades de tipo canceroso la hipnosis anula el dolor, porque puede llegar a multiplicar los mecanismos de defensa del individuo, según Luis García. Pero una de las aplicaciones básicas que atribuye al campo de la hipnosis este sicólogo y veterinario, es el tratamiento de todo tipo de drogadicción, desde el alcohol o el tabaco a la heroína. Aunque estas investigaciones se considera que están aún en período experimental.

Psicosomáticas

La principal aplicación de la hipnosis va ligada a las enfermedades psicosomáticas. Según García, el 85% de los tartamudos lo son no por lesiones cerebrales o disfunciones neurológicas, sino a causa de complejos psíquicos que pueden desaparecer con cuatro o seis sesiones de hipnosis.También la úlcera de estómago o el herpes pueden disiparse, e incluso en enfermedades de tipo cancerígeno el dolor puede llegar a ser anulado, ya que desde la hipnosis se pueden multiplicar los mecanismos de defensa del individuo. Con esta terapia pueden provocarse asimismo analgesias totales, siendo posible efectuar operaciones mayores, como la lobotomía. La hipnosis como anestésico es recomendable en casos en que el anestésico puede constituir algún riesgo para el paciente.

En el curso especial sobre hipnosis que va a impartir desde enero en la facultad de Psicología de Somosaguas, en la universidad Complutense de Madrid, van a darse cita durante tres horas semanales alumnos, profesores y científicos de distintos centros.

Una de las secciones del curso será de orden didáctico, y en ella se va a enseñar a hipnotizar; otra sección hará referencia a la hipnosis como campo para investigar la memoria, según programa previsto para el curso.

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