Cita 'rockabilly'
Cavan Grogan, con aspecto de carnicero o de antiguo jugador galés de rugby, fundó su banda Crazy Cavan and The Rhythin Bockers como réplica al pop que The Beatles impulsaron en los sesenta y logró a mediados de los setenta el esplendor de su carrera entregada a la recuperación del espíritu rockanrolero de los cincuenta.Pasados 85 minutos de la hora fijada, apareció en el escenario el organizador responsable, que fue abucheado. Salió Cavan y sus fieles, identificados con el tupé aerodinámico, los cuellos rojos, las largas patillas, los zapatos de punta, las banderolas sureñas o las faldas de volantes, disfrutaron de la cita familiar que a todos convocaba. Nada sucedió que ellos, los bailones espectadores, no pudieran esperar, ni advirtieron el carácter trasnochado del recital representado por un discípulo británico de los maestros yanquis del rockabilly, del rock and roll primitivo, revestido de música country. Cavan, ya no tan crazy, ya no tan loco, se interpretó, parsimonioso, lento, con un vozarrón de garganta encervezada que parecía bostezar en el fraseo de los temas instrumentados con energía por el trío acompañante.
Crazy Cavan and The Rhythm Rockers
Sala A Todo Madrid. 13 de diciembre.
"Hace seis años que vinimos aquí por primera vez", gritó, "y ahí abajo veo muchos locos; teddy-boys y teddy-girls, ¿estáis todavía locos?". Y se puso a cantar Are you still crazy? Quizá le pilló en mal momento, pero Cavan sonó a un aparato de mínima cilindrada. Invitó a un espontáneo seguidor para cantar al alimón y, por el tono, sólo le hubiese faltado balbucir el Asturias, patria querida a la manera anglosajona. Sus parientes se lo agradecieron y otros, más observadores, pudieron reparar en el encanto que siempre permanecerá dentro del ánimo de un cantante llamado Crazy Cavan.
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