Alumnos de la Escuela de Arquitectos Técnicos analizan la conservación del conjunto monumental de Nuevo Baztán

Cincuenta alumnos del último curso de la Escuela de Arquitectos Técnicos han realizado, en el corto plazo de mes y medio, un estudio "completísimo", a decir de la directora general de Cultura de la Comunidad, Araceli Pereda, sobre el estado de conservación de los principales edificios de Nuevo Baztán, uno de los pueblos más singulares de la región. Los alumnos emplearon 20.000 horas de trabajo y, a cambio, la Comunidad de Madrid les costeó con dos millones de pesetas los gastos ocasionados.

Nuevo Baztán fue construido de nueva planta en el siglo XVIII, por deseo expreso de un rico industrial navarro, Juan de Goyeneche, quien encargó los trabajos al arquitecto José Benito Churriguera. El conjunto formado por el palacio, el patio de armas y la iglesia, los jardines y las casas del pueblo es uno de los conjuntos histórico-artísticos más importantes de la región. José de Goyeneche se trajo de toda Europa un buen plantel de expertos en diversas industrias.Posteriormente, las actividades industriales del pueblo decayeron, y las casas y el conjunto monumental pasaron a manos particulares. El último propietario del conjunto monumental es una entidad bancaria, que lo consiguió al ejecutar unas hipotecas contra el propietario, Pantaleón González.

Mientras tanto, la falta de cuidados ha hecho que muchas de las antiguas casas levantadas por Churriguera y el conjunto monumental sufrieran la erosión del tiempo. La Consejería de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid tiene en estudio destinar el palacio como sede de un importante proyecto relacionado con la música (la directora general de Cultura prefirió no concretar más), pero antes es necesario que la Comunidad y la entidad bancaria en cuestión lleguen a un acuerdo sobre el uso del edificio y la financiación de las obras de rehabilitación.

"Lo primero que había que conocer con toda exactitud era el estado actual de los edificios y sus posibilidades de rehabilitación, pero la Dirección General de Cultura no tiene medios económicos suficientes para abordar todos los asuntos pendientes en la Comunidad, así que hubo que agudizar el ingenio", cuenta Araceli Pereda, "y así surgió la idea, de común acuerdo, de que fueran los propios alumnos de la Escuela de Arquitectos Técnicos de la Universidad Politécnica de Madrid quienes se encargaran del trabajo, dirigidos, por los profesores Fernando López y Pascual Úbeda".

Cincuenta alumnos de la escuela, que sólo percibieron la comida y algo de dinero para gastos de viaje -dos millones de pesetas en total-, trabajaron una media de 10 a 12 horas diarias y en mes y medio, 20.000 horas de trabajo en total, terminaron los estudios e incluso tuvieron tiempo para restaurar algunas partes de la fachada del palacio.

Por dos millones

Tanto Araceli Pereda como Rafael Serrano, del Colegio de Aparejadores, alabaron la actuación de los alumnos y recalcaron que hubiera sido muy difícil encontrar un equipo de profesionales que hubiera podido hacerlo en menos tiempo y por el escaso dinero empleado.Se levantaron planos, secciones, alzados de fachadas y de plazas, se detectaron numerosos deterioros; problemas de cimentación, fachadas, estado de materiales, y se aportaron las soluciones técnicas necesarias para su restauración. Una exposición de los trabajos fue inaugurada ayer en Nuevo Baztán por Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad.

Las conclusiones son preocupantes, pero los arreglos necesarios, afirmó Araceli Pereda, no son imposibles. Los estudios han demostrado que el estado de los edificios, excepto la iglesia, que por la permanencia del culto se ha conservado mejor, es lamentable: los interiores presentan problemas de habitabiliad, las vigas de madera están carcomidas y la maleza se ha abierto camino entre las piedras de los edificios.

Sin embargo, dijo Pereda, la estructura de los edificios y su cimentación no se encuentran en demasiado mal estado.