Narros y Mendoza discrepan sobre el montaje de 'El sueño de una noche de verano'
El escritor Eduardo Mendoza. y el director teatral Miguel Narros han formado equipo para poner en escena una nueva versión de la obra shakespeariana El sueño de una noche de verano. El proyecto, que comenzó hace unos meses, culmina el próxima día 19 con el estreno de la obra en el teatro Español de Madrid. Desde que Narros propuso la traducción de este texto a Eduardo Mendoza, ambos han estado en contacto permanente y cada uno ha puesto de manifiesto una visión diferente de cómo llevar a escena la obra de Shakespeare.
Aunque la responsabilidad del texto recae en Mendoza, y la de la puesta en escena en Narros, ambos han escuchado las sugerencias que aportaba cada cual al trabajo del otro, llegando a encontrarse en más de un momento felizmente enfrentados.En los ensayos, Narros y Mendoza se sientan juntos y constantemente cuchichean. Si se afina el oído y se agudiza la vista y la cercanía física a ellos lo permite, se observa que Narros le va traduciendo a Mendoza imágenes escénicas inexistentes, ya que los ensayos se realizan, por ahora, sin escenografía ni decorados.
Respeto total
Cuando Mendoza habla de su colaboración en el montaje de El sueño de una noche de verano señala con especial hincapié el respeto total que ha existido hacia su versión, y añade: "Antes de que empezárarnos la aventura charlábamos mucho el director y yo, y recuerdo que no me quedaba claro lo que quería hacer hasta que me puso frente a un ensayo". Mendoza es consciente de que su función terminaba al entregar el texto, "a pesar de lo cual Narros me ha invitado y se ha ex puesto a mis comentarios".Estas opiniones fueron cuidadosamente recogidas por Narros, quien no sólo las escuchó, sino que las ha debatido con toda su compañía. "Los puntos de vista de Mendoza", comenta Narros, "no siempre coincidentes con los míos, por un lado, nos han enriquecido, y por otro, nos han servido para defender ante él nuestro criterio, cuando el cambio propuesto por el autor no nos parecía bueno".
Cambiar impresiones
Ambos reconocen haber cambiado en más de una ocasión sus criterios, tras un cambio de impresiones. Mendoza comenta que respecto al texto se le comenta todo. "Respecto a la puesta en escena, supongo que el problema es que yo tengo en mi cabeza ese montaje y no coincide con el de Miguel. Ello no quiere decir que no me parezca bien que Narros opine otra cosa y que lo comentemosabierta y amistosamente", precisa el traductor.Tanto Miguel Narros como Eduardo Mendoza piensan que hay dos formas de montar a Shakespeare: una en la que se ofrece una versión con una nueva intención y posibilidad sobre el texto, y otra sería la fórmula cercana a la real que ofrece Shakespeare.
Mendoza declara que él hubiera optado por la primera, y Narros, que hay que recrear el texto, sin alterarlo, para llegar a más gente. "Hay que acercar a Shakespeare", dice Narros, "a todo un público joven y atraer su interés no a través del academicismo sino del juego y de la fiesta".
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