De México a Carabanchel
Los conciertos programados con motivo del I Encuentro de Rock Iberoamericano, celebrado en Madrid durante el pasado fin de semana, confirmaron que las coordenadas en las que se mueve este tipo de música en los países al otro lado del Atlántico son muy concretas.De un lado, y en estrecha relación con la situación políticoeconómica de sus países, grupos como Aparato Raro (Chile), Sentimiento Muerto (Venezuela) o El Tri (México) mantienen el espíritu del rock: como actitud crítica frente a una realidad social Ésta se defiende obstaculizando la difusión de la música no afín que se concreta en la imposibilidad de lograr para el rock una infraestructura decente.
Los países que han conseguido mejorar esta infraestructura -representados por Os Paralamas do Suceso (Brasil), Charlie García y La Torre (Argentina)- pueden permitirse más lujos, que tienen reflejo en una mayor sofisticación de su música.
I Encuentro de Rock Iberoarnericano
El Tri (México), La Torre (Argentina) y Rosendo (España). Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. 30 de noviembre.
El concierto que clausuró este I Encuentro no fue la excepción a la regla. Los mexicanos de El Tri tienen casi veinte años de experiencia y son un quinteto de clásico rhythm and blues, con todos los clichés del género y textos que abordan aspectos concretos de su entorno. El cantante y bajista Alejandro Lora, junto al buen guitarrista Sergio Mancera mantienen a rajatabla eso que ellos denominan rock denuncia y que encuentra serias dificultades para difundirse en un país cuy capital, México DF, nunca escucha sobre sus escenarios música rock.
Los argentinos La Torre pueden permitirse mayores florituras estéticas apoyándose en el mayor desarrollo y apertura de la industria discográfica en su país. Su estilo, un rock duro de cuidada imagen, se defiende con la voz de Patricia Sosa y alguna guitarra de clarísima influencia Van Halen, que puede indicar por dónde van los tiros.
Rosendo, madrileño de Carabanchel, es un caso aparte en el panorama musical español. Se hace querer porque ignora los pedestales, mantiene un alejamiento a ultranza de lo que en el rock es accesorio y conserva el escepticismo que le permite tocar temas poco habituales y estructurar sus canciones de manera tan personal como heterodoxa. Su imagen es la del anti-divo y consiguió -como casi siempre y a pesar del deficiente sonido- la identificación de su público con su música.
Babelia
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