El viaje del Papa obligará a levantar el estado de sitio en Chile, dice el cardenal Silva

El cardenal chileno Raúl Silva Henríquez aseguró ayer en Madrid que el régimen militar "tendrá que levantar el estado de sitio" actualmente vigente en Chile antes de la visita del Papa a ese país, prevista para abril próximo. Silva Henríquez, una de las máximas figuras de la Iglesia católica chilena, llegó a Madrid ayer para recibir mañana, en Oviedo, el Premio a la Libertad Príncipe de Asturias, concedido en enero a la Vicaría de la Solidaridad.

Silva Henríquez, creador en 1976 de la Vicaría de la Solidaridad y uno de los más tenaces críticos de la política de atropello de los, derechos humanos desarrollada por el régimen militar chileno, reconoce con humildad que "las relaciones con el Gobierno militar no han sido buenas". Los poderes públicos no quieren a la Vicaría, la consideran como una enemiga pero es una institución que sólo busca hacer el bien y que les ayudaría a ellos si estuvieran en la situación desmedrada en que están sus víctimas", dice.El cardenal chileno, que debió dimitir como arzobispo de Santiago en 1983, al cumplir 75 años, fue el inspirador y uno de los principales ejecutores de la posición activa de la Iglesia chilena en la defensa de los perseguidos por la dictadura. "Mis relaciones con el Gobierno militar nunca fueron buenas, a pesar de que los obispos intentamos un acercamiento en los primeros tiempos. No fuimos escuchados", asegura.

Calificado de "comunista" y de "obispo rojo" por la derecha chilena, que nunca le perdonó haber mantenido un trato cordial con el ex presidente marxista Salvador Allende, Silva Henríquez siempre contó con el respaldo del Vaticano en sus constantes enfrentamientos con el régimen del general Augusto Pinochet. Su sucesor, el cardenal Francisco Fresno, ha promovido un diálogo de las fuerzas democráticas, del cual Silva Henríquez dice que es "Ia única gestión que permite mantener la esperanza en una transición pacífica a la democracia".

"Los obispos chilenos han pedido al Gobierno que, antes de la visita del papa Juan Pablo II, en abril, sea levantado el estado de sitio y se solucione el dolorosa problema del exilio", afirma. "El estado de sitio tendrá que ser levantado, porque de otro modo no vemos cómo puedan hacerse las misas masivas. El problema del exilio es más difícil, pero sería un gesto hermoso del Gobierno acceder a esta petición", agregó.

Silva Henríquez asegura que el premio a la Vicaría representa "un reconocimiento internacional que refuerza la dificil labor de esta institución bajo el régimen chileno". El premio, dotado con dos millones de pesetas, "ayudará a financiar los diversos programas de apoyo a los chilenos que carecen de todos los derechos".

El cardenal chileno vino a España con el jefe de la Vicaría, el sacerdote Santiago Tapia, y el jefe de su equipo de abogados, Gustavo Villalobos, detenido este año bajo la acusación de haber protegido a un presunto extremista. Los tres se entrevistaron ayer con el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez.