Shevardnadze acusa a Reagan de dar marcha atrás en los acuerdos trazados en Reikiavik

El ministro de Asuntos Exteriores de la URSS., Edvard Shevardnadze acusó ayer a EE UU de haber dado un "paso atrás" en relación a la cumbre de Reikiavik, pero no excluyó la continuación del diálogo entre los dos países, tanto el especializado en los foros correspondientes como el político a todos los niveles, incluido el máximo.

El líder soviético, Mijail Gorbachov, se reunió ayer con los dirigentes de los partidos comunistas de los 10 países integrantes del Comecon (mercado común de los países socialistas), que iniciaron un encuentro de trabajo en la capital soviética. Ninguna información se había filtrado ayer sobre esta sesión, que previsiblemente concluirá hoy y que, en opinión de los observadores políticos en Moscú, está dedicada tanto a temas políticos -un eventual apoyo a las posiciones soviéticas- como económicos: los problemas de la integración en las nuevas condiciones creadas por el dirigente soviético y sobre un telón de fondo del deterioro del comercio de la URSS con Occidente. Shevardnadze admitió ayer que existen problemas y disputas en el seno de la comunidad económica socialista.En lo que al diálogo soviético-norteamericano se refiere, una cumbre es "necesaria" pues sólo en "tan alto nivel se pueden adoptar las soluciones correspondientes", según el ministro. Un acuerdo sobre armamento nuclear ya es otra cosa y sigue estando vinculado para la URSS a la aceptación del paquete soviético, en el que están incluidas las trabas a la Iniciativa de Defensa Estratégica norteamericana (SDI), según dejó ayer claro el ministro, que adoptó un tono muy suave en relación al presiente Ronald Reagan y al secretario de Estado, George Shultz.

Tras la 'cumbre'

En la primera conferencia de prensa ofrecida hasta ahora en Moscú, Shevardnadze analizó la situación internacional tras sus entrevistas con Shultz en Viena y señaló que ésta "se ha dificultado" después de Reikiavik. EE UU ha dado "un paso atrás" tratando de desmarcarse, en su opinión, de lo acordado por Reagan y Gorbachov en Reikiavik. El único punto de desacuerdo en todo el conjunto es la cuestión del SDI. Según Shevardnadze, EE UU fue a Viena con intención de alterar el paquete de Reikiavik y "fijar posiciones que causarían la erosión del terreno de Reikiavik". 'Lo que nos propusieron en Viena es comparable al teatro del absurdo político", en el cual hubiera un estribillo, "como si Reikiavik hubiera existido, pero no como ustedes piensan".

El ministro manifestó que la URSS no insistió en Viena en que se interrumpieran todas las investigaciones que se realizan en el marco del programa norteamericano SDI. Estas investigaciones y pruebas se permitirían en el marco del laboratorio durante los 10 años de observancia del tratado ABM (antimisiles balísticos) propuestos por la URSS a EE UU. La prohibición afectaría, sin embargo, a "las pruebas de elementos cósmicos de defensa antimisiles en el cosmos".

Refiriéndose aparentemente a los años posteriores al plazo de un decenio de vigencia del tratado ABM, Shevardnadze manifestó que "en el transcurso de los años siguientes" las partes podrían encontrar una solución que pudiera seguir siendo aceptable mutuamente en este campo.

La situación quedaría de la manera siguiente, según el ministro: durante los próximos 10 años se permiten las pruebas en el laboratorio, incluida la creación de modelos preparados y prototipos del correspondiente sistema de defensa, y después, tras 10 años, ambas partes examinarían lo que habrían realizado en la práctica y conversarían sobre lo que representan los resultados de los correspondientes trabajos de investigación y pruebas en el laboratorio.

La URSS propuso a EE UU comenzar en el futuro inmediato conversaciones a alto nivel con el fin de "determinar qué trabajos se permiten en el campo de las armas antimisiles en el tratado ABM y cuáles no". La parte norteamericana "no mostró entusiasmo ante esta idea".