La CE reconoce las dificultades de España para adaptarse a la normativa comunitaria

Las emisiones de dióxido de azufre y de nitrógeno a la atmósfera procedentes de las centrales térmicas y los gases en combustión, asi como la adaptación en materia de agua potable y de baño son algunos de los problemas más urgentes con los que se enfrenta España desde el punto de vista del medio ambiente. Así quedó patente en la entrevista que mantuvo el pasado lunes el presidente de una comisión ministerial de Medio Ambiente de la Comunidad Europea (CE), Michael Waldegrave, con el ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Javier Sáenz Cosculluela. Waldegrave reconoció las dificultades de España para adaptarse a las normas de la CE.El presidente de una comisión ministerial de Medio Ambiente de la Comunidad Europea (CE), Michael Waldegrave, afirmó que reconoce y comprende las dificultades económicas que España tiene actualmente para adaptarse a las distintas directivas sobre medio ambiente impuestas por la CE. Waldegrave se mostró complacido de la reunión mantenida con el ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Javier Sáenz Cosculluela, así como por el hecho de que el rey Juan Carlos haya aceptado ser el patrocinador del Año Europeo del Medio Ambiente, que se celebrará el próximo año.

Michael Waldegrave, que ha llegado a Madrid para tratar estas cuestiones con los máximos responsables españoles del medio ambiente, admitió que en España existen serios problemas técnicos para solucionar las emisiones de dióxído de azufre y de nitrógeno a la atmósfera procedentes de las centrales térmicas y los gases en combustión, pero afirmó que había llegado a un acuerdo con la Administración española para controlar este problema en las nuevas instalaciones que se construyan.

"El futuro", dijo Waldegrave, se presenta libre de los ácidos que actualmente se emiten a la atmósfera". El plazo razonable que parece haberse concedido a España hasta acomodarse a todas las directivas que dicta la CE ronda la fecha tope de 1992.

El ministro manifestó que España va a invertir 10.000 millones en investigación para dar salida al problema que plantea el excesivo contenido de azufre de los lignitos españoles.

Emisión de azufre

"Por vía tecnológica, y a través del lavado del lignito tendente a la desulfuración", comentó Sáez Cosculluela, "se pretende reducir la emisión de azufre a la atmósfera, pero sin perjudicar a la minería española. Los procedimientos de lavado están dando algunos resultados y las técnicas empleadas permiten mantener las esperanzas, si bien no se pueden ofrecer garantías de éxito".

Michael Waldegrave, que también es ministro de Medio Ambiente en el Reino Unido, señaló que no todos los países europeos tienen planteados estos problemas en la misma magnitud, "por lo que debe hacerse una distribución justa del impacto económico que la emisión de gases supone para cada país". Waldegrave citó al Reino Unido, Grecia y España como los países más perjudicados por esta situación; pero puso de manifiesto que existe un compromiso por parte de todos los miembros comunitarios para reducir globalmente en los próximos 20 años las emisiones de dióxido de azufre hasta un 30%.

La adaptación a la directiva comunitaria en materia de agua potable y de baño es otra de las acciones que plantea mayores dificultades a las autoridades españolas.

Waldegrave sostuvo que en la Comunidad hay países que disfrutan de derogaciones en cuanto a las aguas potable y de baño se refiere, "por lo que se deberían estudiar las propuestas de nuevas directivas sobre estos puntos", en clara referencia a la posición española.

El ministro de Obras Públicas y Urbanismo señaló que, para solucionar el problema de las aguas en nuestro país, se ha hecho y se va a seguir haciendo un gran esfuerzo. "Se aprobó la ley de Aguas y se ha desarrollado parte del reglamento", concluyó Javier Sáenz Cosculluela, "así como la regulación de la tasa de vertidos. Se van a depurar todas las aguas residuales del país, en colaboración con las distintas comunidades autónomas, y ya se depura, asimismo, el 60%. del agua residual que se vierte al Mediterráneo".