El replanteamiento fiscal

Hace pocos días el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, presentó su proyecto de Presupuestos para 1987. Sin ser experto en la materia, quiero llamar la atención sobre dos puntos. Las actividades profesionales que generan unos ingresos ven incrementada su retención al 10% y los pagos fraccionados a cuentas con carácter trimestral suben al 20%, lo que supone que el 39% de lo percibido -que corresponde a una base impositiva de 5,15 millones de pesetas- irá a Hacienda sin conocer la base imponible definitiva. Puede darse el caso de que a la base no deba aplicársele un 30% sino un 20%. Esta diferencia la retiene Hacienda un mínimo de 18 meses, liquidando sólo intereses al contribuyente a partir del séptimo mes. Es decir, se hará un préstamo gratuito al Estado durante 22 meses, sin poder disponer de esa cantidad para activar la economía realizando inversiones productivas y aumentando el consumo.

Esa política de presión fiscal se convierte a mi entender en un acto confiscatorio y en una extorsión de Estado y sólo le dejará. al ciudadano la alternativa de la objeción fiscal, que no es un egoísmo insolidario ni una falta de responsabilidad cívica.

2. La previsión social complementaria puede quedar afectada en algunas de sus modalidades (entidades' aseguradoras, cuentas de ahorro en entidades bancarias, participación en fondos de inversiones mobiliarias, ecétera) por el nuevo régimen fiscal, que anuncia que sólo desgravará la compra de acciones que supongan una ampliación de capital.

Deberemos estar atentos al tratamiento fiscal que se aplicará a los diversos sistemas que pueden utilizarse para la formación de capitales cara a la jubilación y compararlos con los de los países de la OCDE que establecen un régimen fiscal generoso para la previsión privada- Joan Casellas.