_
_
_
_

Riesgos incalculables

( ... ) Es verdad que el caso del submarino soviético nos hace palpar cuántos riesgos corre la humanidad cada día sin saberlo. Desde los tiempos del Doctor Strangelove hasta hoy se han multiplicado hasta el infinito las posibilidades de un error, de un incidente, de una distracción o de un momento de locura.(...)¿Quién controla los botones? ¿Los sofisticados elaboradores de los que ahora depende todo? Son pocos centenares de personas en cada país que, por la misma naturaleza de su labor delicada y secreta, tienen un único punto de referencia: la máxima autoridad política o militar de la que dependen. Obviamente, las misiones y objetivos de su trabajo no pueden propalarse ni ser controlados de ningún modo por fuerzas que no pertenezcan al circuito restringido y exclusivo de lo militar. El presidente de EE U lleva siempre consigo el signo emblemático del superpoder que es la clave de todas las combinaciones ofensivas y defensivas que solamente él puede poner en marcha. Lo mismo sucede con Gorbachov y aquellos jefes de Estado o de Gobierno de los países pertrechados con armamento nuclear.

Hasta hoy, y a pesar de las continuas alarmas, escondidas a la opinión pública, no ha sucedido lo peor. Las averías, los errores humanos y técnicos, no han provocado nada irreparable. Hasta ahora se ha leído con inteligencia el pensamiento del adversario y no ha habido lugar a equívocos. Pero ¿estamos seguros de que siempre será así? Antes de Chernobil también olamos palabras tranquilizadoras de famosos expertos, y más tarde llegó la catástrofe.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_