El Ayuntamiento de Plasencia autoriza el derribo parcial de la Casa de las Argollas
El derribo de la parte interior de la Casa de las Argollas, un valioso edificio del siglo XV, ha sido autorizado por el Ayuntamiento de Plasencia y por la Junta de Extremadura, según se comunicó en esa ciudad extremeña a los participantes en un congreso sobre defensa del patrimonio histórico-artístico. En el preciso momento de hacerse ese anuncio, el catedrático Marino Barbero advertía de los atentados que cometen ciertos ayuntamientos. Poco antes, el alcalde de Plasencia había presidido la inauguración del acto.
El incidente, que los participantes calificaron de "muy sorprendente, pero sintomático", se produjo el domingo durante la novena reunión de asociaciones interesadas en el patrimonio histórico, promovida por Hispania Nostra y con participación de 12 asociaciones afines de toda España. Los asistentes dirigieron inmediatamente un telegrama al Gobierno autónomo extremeño pidiendo la suspensión inmediata del proyectado derribo.El edificio en cuestión es la Casa de las Argollas, donde se celebraron los esponsales de Juana la Beltraneja y Alfonso V de Portugal y donde se la declaró heredera de la corona de Castilla. Con él quedarían afectados restos de una arquería de dos alturas, también del siglo XV, un torreón y un jardín con naranjos y olivos. La piqueta intervendría dentro de un plan para construir 22 viviendas en el casco histórico, muy saturado, de Plasencia.
Barbero, catedrático de Derecho Penal de la Complutense, era uno de los ponentes de una reunión dedicada específicamente a Actuación de las asociaciones en el marco de la nueva ley del Patrimonio Histórico Español. Subrayó que la Constitución española actual es la única que contempla sanciones penales para los atentados al patrimonio histórico, y que la nueva ley hace llamadas a la obligación moral de los ciudadanos de advertir urgentemente de las acciones de ciertos ayuntamientos. Sin embargo, apuntó Barbero, sigue sin existir una tutela legal eficaz contra las actuaciones lesivas de Administración y ayuntamientos, que muchas veces quedan impunes.
Nueva ley
En su análisis general sobre el marco creado por la nueva ley, Alfredo Pérez de Armiñán, de Hispania Nostra, destacó entre sus novedades que el término histórico refleja en ella una identidad colectiva de herencia histórica y ya no sólo estética o artística.Otros puntos de interés son el deslindamiento claro de competencias de Estado, comunidades autónomas y municipios; la conexión de la ley del Suelo con la del Patrimonio, que corrige la anterior situación de falta de vínculo, en buena parte culpable de la destrucción del patrimonio en los años del desarrollismo; la obligación de retirar elementos externos -cables eléctricos, anuncios- de los monumentos; las sanciones específicas por infracciones y la cadena de responsabilidad, que empieza en los ayuntamientos y sigue por las comunidades autónomas, a las que el Estado ha transferido el 75% de los créditos para conservación y custodia del patrimonio.
Entre las conclusiones del congreso están la aplicación práctica del 1% cultural que la nueva ley establece; el dar voz y voto en las comisiones competentes a las asociaciones ciudadanas; la solicitud de protección, en el ámbito penal, contra los atentados al patrimonio, y la aportación positiva de la nueva ley, en particular por la legitimidad dada a los ciudadanos en los procedimientos para sancionar sus incumplimientos.
También se incluyó un largo capítulo de solicitudes de paralización de obras, que empezaba por la de una carretera sobre el acueducto romano de Mérida.
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