Las últimas tendencias de la escultura ibérica, en la Bienal de Zamora
La VIII Bienal Ciudad de Zamora, que ha elegido como eje de la presente edición la Escultura ibérica contemporánea, ha desplegado en diversos espacios de la ciudad castellana un espectacular y riguroso panorama en el que se reflejan los aspectos más vivos de la creación escultórica actual en nuestra península. Dentro de la bienal, que permanecerá abierta hasta el 20 de octubre, destaca la presencia de una muestra retrospectiva del gran escultor zamorano Baltasar Lobo.
Esta octava edición de la Bienal Ciudad de Zamora viene a resaltar, con un tema como el de la Escultura ibérica contemporánea, la evidente necesidad de un mayor acercamiento cultural entre Portugal y España. La bienal ofrece también una espléndida revisión de la obra de Baltasar Lobo y diversas instalaciones monumentales con las que artistas como Wolf Vostell, Arturo Lucas, Moro y Hernández Loeck realizan intervenciones en distintos espacios públicos de la ciudad.La VIII bienal zamorana ha obtenido un brillante resultado. Si bien la tarea de preselección, distribuida a través de las 17 comunidades autónomas, con un comisario específico para cada una de ellas, refleja ciertas descompensaciones (ya sean fruto de la disparidad de criterios o de una creatividad que no entiende de geografía política), el certamen consigue dar una imagen suficientemente fiel del vigor de nuestra escultura actual, sobre todo en lo que respecta a las tendencias y generaciones de carácter más reciente. En este sentido, las ausencias significativas son muy escasas, y el nivel de las piezas que representan a cada artista, en general, muy alto. Un volumen de participación que supera ampliamente el centenar de escultores hace imposible mencionar aquí a cuantos han sido incluidos en la bienal Bastará, sin embargo, destacar un cierto número de nombres, que dará idea al aficionado del atractivo del certamen.
En primer lugar, con un matiz más cercano al homenaje, figuras como las de Raba y, especialmente, Oteiza, y junto a ellos, artistas como Evaristo Belloti, Nacho Criado, Sinaga, Bordes, José Luis Sánchez, Frechilla, Sara Giménez, Mateos, Carr, Corberá, Plensa, Villelia, Susana Solano, Eva Lootz, Juan Muñoz, Schlosser, Ángeles Marco, Miquel Navarro, Leiro, Manolo Paz, Job, Anda, Garraza, Cristina Iglesias, Camin o los portugueses Carneiro, Croft y Carvalho.
El planteamiento desarrollado por el equipo dirigido por José Luis Coomonte -a cuya propia condición de escultor cabe atribuir en buena parte el acertado criterio de este proyecto- abre un camino cuyo nivel de rigor debiera tener continuidad. La adquisición por un jurado de especialistas de las piezas presentadas por Susana Solano, Cristina Iglesias, Fernando Sinaga, Adolfo Schlosser y José Pedro Croft, supone ya una importante aportación a los fondos del proyectado museo de arte contemporáneo de Zamora.
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