"Pinochet es un gran admirador de España"
El embajador chileno en España Enrique Campos Menéndez, reconoce que representar al régimen del general Augusto Pinochet en este país es "una de las tareas más difíciles" posibles Nacido hace 72 años en Punta Arenas, la ciudad más austral del mundo, ha dedicado gran parte de su vida a la actividad política en un partido de centro-derecha y a escribir una veintena de libros. "Soy un demócrata convencido", asegura, lo que no es obstáculo para que declare su admiración por Pinochet y por su "régimen autoritario". Desde el golpe militar de 1973 formó parte del grupo de civiles que apoyó sin reservas al nuevo régimen y desde entonces ha desempeñado cargos oficiales en el área cultural.Llegó a España hace un mes precedido por dos polémicas. La primera, su designación como premio nacional de Literatura en una lista donde también competía José Donoso y otros impor tantes escritores. La oposición acusó al jurado, integrado mayoritariamente por representantes del Gobierno, de premiar más la lealtad política que la calidad literaria. La segunda se relaciona con el espionaje a la embajada española en Santiago, que dio origen a una protesta formal del Gobierno español.
Todo ello parece ino importarle a este hombre vehemente que dice que no busca en España ni honores ni dinero, sino: "servir a mis dos patrias: la de la tierra en que nací y la de la sangre de mis antepasados".
No hay quien pueda demostrarle que el régimen de Pinochet es una dictadura que busca perpetuarse en el poder. "Soy un convencido de las ventajas de la democracia", asegura. "El actual Gobierno autoritario ha provocado una interrupción del proceso democrático, pero sólo para perfeccionarlo. A pesar de los prejuicios, les aseguro que en 1989 vamos a tener una democracia plena y renovada, sin marxistas. Aunque aquí no lo crean, les aseguro que antes de que termine el actual mandato de Felipe González en España habrá elecciones en Chile".
Pregunta. Usted habla de elecciones, pero la Constitución actual establece que en 1989 la Junta Militar propondrá un candidato único que será sometido a plebiscito. Muy probabl:mente sea el mismo Pinochet. Eso no se puede llamar elecciones libres...
Respuesta. Pinochet no ha dicho que será candidato en 1989, pero si lo fuera y resultara elegido, no habría nada que objetar. Si el pueblo rechaza el nombre propuesto por la Junta, la Constitución dice que se convocará a elecciones abiertas dentro de un año.
P. ¿Trae algún mensaje especial del general Pinochet?
R. Estuve con él poco antes de venirme. Él es un gran admirador de España y me envió aquí para hacer comprender a los españoles que caminamos a una democracia. Ésa es mi tarea.
P. ¿Qué le parece que en España todas las fuerzas políticas se hayan unido en una misma demanda: libertad para Chile?
R. Aprovechando que mi rostro no es conocido aún en Madrid, estuve en la concentración del domingo pasado y, a pesar de la inmensa propaganda con que contó, no había más de 15.000 personas. En cambio, en la manifestación en apoyo al presidente Pinochet en Santiago el martes 9 había más de un millón de personas. Yo creo que eso es una muestra del poco respaldo con que cuentan las fuerzas políticas españolas en este punto.
P. ¿Y cómo se siente en un país cuyo Gobierno, con el apoyo de todas las fuerzas políticas, está haciendo todo lo posible por aislar más al régimen de Pinochet y apoyar los esfuerzos de la oposición por derrocarlo?
R. En primer lugar, ningún país del mundo va a doblegar la voluntad de la inmensa mayoría de los chilenos, que respaldan al régimen. Me parece que el Gobierno español debería apoyar y estimular nuestro proceso democrático en lugar de entorpecerlo. Creo que los españoles terminarán por convencerse de que Chile camina, bajo el actual régimen, a una plena democracia.
P. ¿Qué pretende el Gobierno chileno con el estado de sitio?
R. Perseguir a los culpables del intento de magnicidio contra el presidente Pinochet y tratar de evitar que eso se repita. Apenas ambas cosas se consigan, puedo asegurar que el estado de sitio será levantado. Lo que se pretende es reducir la tensión política.
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