El Gobierno no indultó a Diego Cañamero ni al resto de los jornaleros andaluces condenados a prisión

La noticia de que el Consejo de Ministros no había tratado el indulto de Diego Cañamero, dirigente jornalero condenado a un mes y un día de prisión, ni el de los 600 braceros procesados por ocupación de fincas, cayó ayer como una losa sobre las 300 personas que desde hace tres días permanecen en Madrid solicitando medidas de gracia. Los jornaleros, a los que en la Moncloa no se informó sobre la decisión del Gobierno, se enteraron por TVE de que no había sido concedido el indulto. En una asamblea decidieron permanecer en Madrid y realizar manifestaciones por el centro de la capital.

La mañana de ayer ha sido posiblemente la más larga de las tres que los jornaleros llevan en Madrid. Fue, en todo caso, una larga espera de la decisión que hubiera de adoptar el Gobierno.A primeras horas del día Diego Cañamero mostraba su esperanza de que "mi paisano, Felipe González, se mostrará sensible". Las esperanzas se esfumaron con el primer telediario. El Gobierno no llevó a cabo lo que Joan Manuel Serrat definió como "un acto de grandeza". El cantante que había acudido aquella misma mañana a saludar a los jornaleros afirmó que "el Gobierno cometerá un error si no les indulta porque piense que eso sería mostrar su debilidad Indultar a los jornaleros sería un acto de grandeza".

Mientras a Diamantino García, presidente y fundador del SOC, se le comunicaba desde Moncloa que :aún no se sabía nada, y que el Consejo de Ministros continuaba reunido, desde la dirección deTVE se daba instrucciones a los redactores de este medio para que llevaran a Diego Cañamero a un colegio mayor con el fin de que viera por un receptor de televisión, "algo que le interesaría".

La decepción

Allí, a través del aparato, escuchó que "el Consejo de Ministros no había tratado el indulto de Diego Cañamero, por tener noticias de que ante el Juzgado de Morón de la Frontera se estaba tramitando una suspensión de pena". El dirigente jornalero, visiblemente afectado, comentó que "parecía mentira la insensibilidad del Gobierno. Nosotros sólo tenemos la respuesta del desprecio y de la Guardia Civil".Los jornaleros que esperaban en la iglesia de: Santo Tomás de Aquino recibieron la noticia en un clima de calma tensa e incredulidad. No hubo gritos. "A la asamblea. Allí decidiremos".

Cañamero comentaba: "No estaba preparado para esto. Me resistía a creer que no trataran el indulto. Es una tremenda decepción. Ni siquiera han tenido la dignidad, la valentía y la vergüenza de tratarlo". Y explicaba que el juez de Morón le había ordenado que "hoy temprano" (por ayer) se presentara "en el juzgado con el hatillo. No lo haré, que vengan a buscarme", dijo.

A últimas horas de la tarde los jornaleros se manifestaron por las calles de Madrid, estrechamente vigilados por la Policía Nacional que, en un primer momento, trató de impedir su salida de la explanada de la iglesia de Santo Tomás de Aquino.

Durante el día de ayer continuaron los gestos de solidaridad de los madrileños. Distintos comités de empresa enviaron cajas de alimentos y abundaron los mensajes de apoyo. Un acto de los trabajadores del Ministerio de Agricultura no fue autorizado ni se permitió la entrada al recinto a cuatro jornaleros. Julio Anguita, Ramón Tarnames, Nicolás Sartorius (de Izquierda Unida) y alcaldes del cinturón de Madrid, acudieron a mostrar su apoyo a los trabajadores andaluces.