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María de Ávila se declara incompatible con sus bailarines clásicos

María de Ávila atribuye su dimisión como directora del Ballet Nacional de España a "incompatibilidades agudas" con los bailarines clásicos de la que hasta el lunes -cuando decidió abandonarla- fue su compañía. María de Ávila continuará, no obstante, colaborando como asesora con el Instituto de las Artes Escénicas y de la Música (INEAM). En la mañana de ayer, todavía desde sus oficinas del teatro Real de Madrid, María de Avila despachaba los últimos detalles de su marcha después de una reunión con José Manuel Garrido, director del INEAM. El escueto comunicado de prensa de este organismo señalaba que la directora dejaba su puesto "de común acuerdo" con Garrido.

María de Ávila ha puntualizado: "Mis relaciones con el INEAM, y personalmente con el señor Garrido, quedan incólumes. Jamás ha habido el más mínimo roce con el organismo". En el comunicado oficial se señala que Avila seguirá trabajando para el INAEM con carácter de asesora para temas de danza. "Hemos decidido conjuntamente que podernos colaborar en todos los sentidos, como siempre. Mi nexo con ese organismo se mantendrá a pesar de que dejo la compañía".

Con respecto a las razones específicas de su salida, señala: "Mis relaciones con los bailarines del sector español han sido y seguirán siendo buenas. A veces hemos tenido pequeñas diferencias, que, como en toda compañía profesional, han sido superadas por todos; las imcompatibilidades más agudas son con los bailarines clásicos, pues tenemos criterios muy diferentes sobre la disciplina de trabajo y la manera de ver la danza. Me siento ya muy mayor para cambiar criterios que he adquirido a lo largo de mi carrera profesional, que es toda mi vida".

Dedicación completa

"Yo espero -añade María de Ávila- que lo proyectado durante mi mandato se termine bien, y en eso han quedado los adjuntos que han tomado las riendas. Sobre el futuro del sector español lo veo muy bien, no hay más que mover un dedo y hay contratos para los próximos dos años, sin un solo hueco. El clásico es otra cosa; espero que trabajen como hay que trabajar. Yo les deseo lo mejor del mundo, pero hay que dedicar todo el tiempo a trabajar, y no sólo seis horas y media diarias".Sin embargo, está latente el tema principal: la falta de infraestructura y tradición. "En España la gente tiene que estudiar con seriedad y con rigor. Con el baile clásico no puede ser de otro modo. El Ministerio de Cultura, y esto merece ser aclarado, se ha volcado. Aquí hay todo lo necesario para salir adelante; ahora, lo repetiré siempre, hace falta estudiar, y el rigor es la base de la fórmula de éxito futuro. Es la única manera de llegar a tener una compañía de nivel aceptable. Habrá que trabajar muy intensamente, y recalco lo de intenso. Hoy despegan los bailarines mucho más jóvenes que antes; llegar a hacerlo bien es cuestión de dedicación y no de tantos años, pues hoy en día, trabajando mucho, se pueden quemar etapas y alcanzar la calidad en menos tiempo".

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