Savater reclania a los filósofos que se ocupen del sexo
La ausencia en la historia de la filosofía del tema de la sexualidad es el origen del seminario que desde el lunes se desarrolla en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con participación de antropólogos, sociólogos y otros profesores. Como ha subrayado el director del seminarío, Fernando Savater, profesor titular de Ética de la universidad del País Vasco, la sexualidad se encuentra en los tratados de medicina, enlas guías de pecadores de los teólogos, pero los grandes filósofos no dedican al tema más que alusiones marginales, en tanto que su dedicación parece preferente, por ejemplo, al mejor conocimiento de las ciencias y del poder.El sexo es, según Savater, el gran ausente del discurso filosófico, y en eso los filósofos se diferencian de sus enemigas, los teólogos. Entre los requisitos de la lucha contra el pecado está el sentir cierta curiosidad por sus modos y procedimentos, mientras que la imperturbabilidad filosófica dispensa de tan indiscretos estudios.
Según el pensador vasco, a quien correspondió la lección inaugural sobre el tema Génesis del pesimismo genital, el teólogo va contra el sexo, mientras que el filósofo, en cambio, presupone que el sexo no va con él.
Acaso, según Savater, este desinterés se deba a la propia idiosincrasia de los pensadores, mayoritariamente solterones recalcitrantes y poseedores de biografias castas, sobre todo "si se les compara con otros gremios creativos, como por ejemplo los artistas".
Invocando a Schopenhauer, Fernando Savater ha declarado a los periodistas en Santander que cree en la existencia de una especie de pesimismo genital. Schopenhauer es el único filósofo que considera el sexo corno centro de su reflexión del mundo. Su pesimismo va ligado a la intuición de que la verdad del universo se expresa en el instinto sexual.
Hay una visión de perdición que encarna el sexo y la propia perdición que forma la mujer como ser sexual por excelencia. "No es", asegura Savater, "que Schopenhauer descubra en el instinto sexual los rasgos de la voluntad de vivir, sino justamente lo contrario: caracteriza a ésta de acuerdo con lo aprendido en aquél. Las principales notas de la volvintad de vivir son las del apetito genésico".
Para Savater, el sexo tiene importancia porque cada uno de nosotros no tenemos apenas ninguna. "El optimismo, en cualquiera de sus advocaciones trascendentales, proclama la dignidad irrepetible y única de un sujeto cuya banalidad esencial, por el contrario, se hace patente en cada coito".
Se pregunta Savater por qué la reflexión sobre la sexualidad se ha visto marcada por un pesimismo radical, y afirma, como Cioran, que "la gran, la única originalidad del amor es que hace la felicidad indistinta de la desdicha".
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